Aumenta la demanda de los biofertilizantes

Con 20 años de desarrollo en biofertilizantes Mycophos es un laboratorio nacional que sabe del tema y que acompaña el uso de estos productos amigables con el medio ambiente, aún antes de que el interés de empresas, productores y consumidores los valorara como algo deseable.

«Tenemos 20 años de experiencia con cultivos anuales como maíz, soja o girasol pero hace unos cinco años se planteó ampliar hacia otras opciones cubriendo en todo el país otras 14 producciones«, explicó Héctor Hernández, el agrónomo responsable de la Red Distagro para el laboratorio Mycophos de fertilizantes biológicos.

«Desde el año 2017 empecé a hacer el desarrollo del mercado en el alto valle de Río Negro y Neuquén. Después seguí con la red para encontrar clientes comerciales en cada zona y lograr convenios con INTA y universidades para hacer ensayos con diferentes cultivos», comentó a RD. En La Pampa se viene trabajando en algunos lugares puntuales, y uno de esas experiencias es la que se realiza desde hace algunos años en el CERET con cultivos intensivos bajo cubierta. Son ensayos en horticultura, principalmente en lechuga observando una mejora en los rendimientos.

Qué ofrece Mycophos?

Con su sede en Rosario, el laboratorio Mycophos desarrolló Fosfactiv y ARCO. Para conocer más sobre estas tecnologías Hernández agregó:

«Fosfactiv está elaborado a partir de cuatro componentes que trabajan sobre la semillas o los sistemas radiculares. Con macro y micronutrientes obtenidos naturalmente, hormonas de origen natural y bacterias logradas por fermentación, además de endomicorrizas arbusculares. Este último componente lo hace un producto único en el mercado, a partir de hongos benéficos que compiten con los patógenos y actúan como microrrizadores para que el fósforo disponible pueda ser captado por la planta.

En cuanto a ARCO, cuenta con sus versiones ARCO 4N (fortalecido en nitrógeno y muy usado en Buenos Aires y La Pampa para cultivo de gramíneas) y ARCO Plus que tiene micronutrientes extras para frutales y otras producciones. En general, este producto tiene hormonas vegetales con 14 macro y micronutrientes de aplicación foliar», afirmó.

Por qué pasar de un fertilizante tradicional a estos de origen biológico?

«Los sintéticos están decayendo porque la historia de la agricultura viene mostrando la deficiencia producida en los suelos en pos del rendimiento. Los biofertilizantes pueden usarse para disminuir la utilización de los tradicionales agroquímicos y cumplen con la demanda actual y mundial porque son amigables con el medio ambiente. A pesar de que nosotros tenemos 20 años de trayectoria, para algunos es algo nuevo y recién lo están probando», indicó.

Este tipo de biofertilizantes se presentan como algo muy interesante para las aplicaciones en zonas de resguardo y en producciones ubicadas en áreas periurbanas. En Rosario, recordó Hernández, hay una ordenanza vigente con respecto al uso de agroquímicos y se buscan estos biofertilizantes. En la Pampa Húmeda se observa un incremento de biofertilizantes en un 70%, esto demuestra que la demanda se está volviendo importante y por esa razón algunas compañías más tradicionales se acercan a este tipo de productos.

Cada día surgen más datos a favor de los insumos biológicos, y Hernández recordó que esta semana le confirmaron desde la provincia de Córdoba, por un ensayo en la localidad de Guatimozin, los resultados positivos obtenidos en lotes agrícolas. Por tercer año consecutivo, sobre un cultivo tradicional de maíz que tuvo cobertura con avena y luego soja, se hizo una prueba por sectores con Fosfactiv. El mapa satelital del lote muestra que en el sector de aplicación de este bioproducto la soja rindió cinco quintales más. «Esto demuestra la residualidad y el mejoramiento del suelo que se puede observa incluso en el segundo cultivo realizado», concluyó.