Julián Bartolomé, profesor titular de la cátedra de Reproducción en la Facultad de Ciencias Veterinarias, es uno de los formadores del curso de técnico inseminador que hace años se viene dictando según la demanda destinado a veterinarios, productores, empleados de campo, ingenieros agrónomos y otra personas que deba capacitarse para llevar adelante la técnica en el rodeo de vacas de cría y lecheras.
“La inseminación artificial ha crecido en los último años y también hay un recambio de gente más joven que debe aprender la técnica para reemplazar a quienes van dejando la actividad. Otros van creciendo como profesionales y deben incorporar estas herramientas”, afirmó.
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Además, van surgiendo nuevas tecnologías y técnicas que deben ser actualizadas porque hay desarrollos en detección de celo y otros factores.
“La destreza del inseminador es muy importante, por ello se debe refrescar la capacitación y desde las empresas bovinas se dice que el reentrenamiento es necesario porque tiene impacto en los resultados. El técnico pasa a hacer lo que en la naturaleza hace el toro, y cuando se piensa en ese reemplazo no se pueden tener errores”, señaló.
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Pensando en la capacitación, Bartolomé explicó que se realiza un repaso por la historia de la inseminación, sus motivos, ventajas y desventajas, se repasa la anatomía y fisiología de la vaca y conceptos sobre el celo para pasar luego a una jornada práctica con tractos de frigorífico continuando luego con la aplicación de la técnica con animales en pie. También se muestran los pasos de conservación del semen y congelado.