La fertilización biológica se lució en los ensayos de lechuga

La experiencia con ensayos de lechuga, en cultivos bajo cubierta, usando un fertilizante biológico de Mycophos mostró una gran diferencia en las raíces y el rendimiento, como se observó en la reciente jornada realizada en General Pico.

En un encuentro dedicado a la horticultura, específicamente a la prueba de diferentes materiales de lechuga, se mostraron esta tarde los resultados de un ensayo con varias líneas de aplicación y un testigo que permiten dentro del túnel de cultivo ver de primera mano los resultados. Se trata de una prueba realizada de forma profesional por ingenieros de INTA y CERET en un espacio que busca fomentar el conocimiento entre los productores de la región.

Mauricio Galán, representante comercial de Mycophos (laboratorio ubicado en Rosario) en la región de la Patagonia andina, estuvo presente en esta jornada junto al referente de la Red Distagro, Héctor Hernández, dando a conocer estos fertilizantes biológicos y respondiendo las preguntas de quienes asistieron al evento.

Mauricio Galán y Héctor Hernández de la empresa Mycophos

«El producto está determinado por el SENASA, que es el ente regulador, como biológico y apto entonces para producción orgánica«, dijo Galán recordando una de las preguntas que recibieron en el recorrido del público. El laboratorio lleva más de dos décadas dedicado a este tipo de productos, de origen natural y ecológico, pero reconoció que en estos últimos años la tendencia hacia producciones sustentables y amigables con el medioambiente se viene acentuando. «Todo se debe conducir hacia este tipo de soluciones para cuidar la tierra, mejorar los cultivos, y aportar nutrientes al suelo después del manejo tradicional que se hizo por años«, destacó.

UNA MIRADA PATAGÓNICA

En relación a su zona de trabajo, y las posibles aplicaciones de estos insumos, consideró que allí hay mucha producción de frutas finas como frambuesa, frutilla, lúpulo y moras. También está el cultivo de flores como los tulipanes, tienen producción hortícola y mucha actividad relacionada a los viveros. Esto se ve en la patagonia andina y específicamente en la comarca que incluye el cordón regional de El Bolsón, Lago Puelo y otras localidades ubicadas entre Río Negro y Chubut, alrededor del paralelo 42.

Planta tratada con biofertilizantes de Mycophos Vs. planta testigo.

Acerca de los resultados expuestos, con plantas de lechuga que mostraban una raíz significativamente más desarrollada, al haber recibido la fertilización biológica, Galán señaló que los mismos beneficios se observan en otros cultivos. En esta propuesta una de las líneas tenía tres aplicaciones, en siembra, trasplante y tratamiento foliar, con Fosfoactiv y ARCO, mientras que el testigo no tenía ningún fertilizante. Pero también se hicieron pruebas con una y dos aplicaciones, porque se piensa en que el productor puede tener diferentes formas y momentos de hacer aplicaciones.

Por último, Galán agradeció la posibilidad de estar presentes en la jornada, dando continuidad a la vinculación que Hernández viene realizando, y al espacio que INTA y CERET han brindado.