La FAO presentó un plan a cuatro años abordando las consecuencias de la RAM y el rol que la producción mundial juega en este problemas.
Debido a la resistencia a los antimicrobianos (RAM), las infecciones farmacorresistentes suponen un lastre cada vez mayor para la salud humana, animal, vegetal y ambiental. Las infecciones farmacorresistentes pueden convertirse en una de las principales causas de muerte.
La RAM puede llevar a decenas de millones de personas a la pobreza extrema, el hambre y la malnutrición; además, se prevé que conlleve pérdidas económicas que asciendan a varios puntos porcentuales del producto interno bruto. No obstante, si actuamos con rapidez, podemos evitar que esto ocurra. En este documento se presenta el Plan de acción de la FAO sobre la resistencia a los antimicrobianos para 2021-2025, que constituye una hoja de ruta con la que concentrar los esfuerzos mundiales de lucha contra la RAM en los sectores de la agricultura y la alimentación.
El objetivo del plan es contribuir a acelerar el progreso en el desarrollo y la aplicación de planes de acción nacionales multisectoriales para hacer frente a la RAM, con especial hincapié en las prioridades estratégicas y los ámbitos de especialización en los que la organización puede prestar apoyo.
El plan de acción ha sido elaborado por un equipo multidisciplinar de la FAO para garantizar que se tengan en cuenta todas las dimensiones pertinentes —incluidas la sanidad y la producción de animales terrestres y acuáticos, la producción de cultivos, la inocuidad de alimentos y piensos, los recursos genéticos, la gestión de los recursos naturales, la comunicación de riesgos y los cambios de conducta—, prestando especial atención a los marcos reguladores, las normas y los procesos de acción colectiva normativos y ascendentes.
La cooperación puede hacer posible que los sistemas alimentarios, los medios de vida y las economías estén mejor protegidos ante las fuerzas desestabilizadoras de las enfermedades intratables.
