Un análisis internacional y nacional de la Consultora Zorraquín + Meneses considera: «Las dos preguntas más escuchadas: ¿Vendo granos ahora o espero? ¿Compro insumos ahora o espero? «
El mercado de granos y el de insumos sigue con señales distorsivas, explica el informe. La guerra en Ucrania y el cierre por pandemia en ciudades de China (con barcos y containers detenidos en los puertos) han potenciado los ruidos comerciales.pone en evidencia la situación actual frente a las decisiones que afectan al agro. Han ayudado a sostener los altos precios de los commodities, han encarecido los fletes, han hecho subir a valores inéditos los fertilizantes y sostienen el precio de los agroquímicos en el doble o el triple de lo habitual. Muy difícil hacer pronósticos, pero todo indica que a corto plazo (campaña agrícola 2022-2023) este escenario tiende a sostenerse, siendo conscientes de la volatilidad que enfrentaremos.
Las dos preguntas más escuchadas: ¿Vendo granos ahora o espero? ¿Compro insumos ahora o espero? Por supuesto que parte de estas preguntas se responden solas cuando existen restricciones financieras que las condicionan (necesito la plata entonces vendo) o biológicas (necesito ahora el insumo entonces compro). Pero habiendo libertad…qué conviene? No tenemos recetas, pero sí algunas reflexiones y acciones que surgen en las empresas con las que trabajamos.
Con un escenario donde los granos parece que se mantendrán en una “franja” de valores altos, no parece haber urgencia para vender. Sí es aconsejable tomar coberturas a través de opciones o bien fijar precios a futuro para disminuir riesgos a la baja. Esperar puede tener la ventaja especulativa de que el gobierno está acelerando la devaluación del tipo de cambio, lo cual tenderá a mejorar el precio en pesos. Un buen motivo para vender puede estar asociado a tener un buen destino para el uso de los pesos que se generen. Básicamente comprar “cosas” que están dolarizadas, tales como adelantar pago de arrendamientos que no estén en valor grano, comprar insumos, repuestos o maquinaria, o dólar MEP si existe capacidad de ahorro a mediano plazo. La alternativa de especular vendiendo granos y generando pesos a invertir en plazo fijo o fondos de inversión al 45% anual o más, pensando que esta tasa irá por encima de la tasa de devaluación, lo vemos como parte de una estrategia lógica del destino de los fondos.
Respecto a si conviene comprar insumos, hay que diferenciar de cuál de ellos se habla. En el caso de semilla de girasol y en menor medida de maíz, quizás convenga acelerar la compra ante posibles faltantes, aunque los valores parecen altos (sobre todo en girasol). En el caso de agroquímicos, más allá de algún posible faltante de marcas específicas, pareciera que los precios actuales se van a sostener altos pero no van a seguir subiendo, lo cual permite adecuar la estrategia de compra a la decisión de venta de granos o de posibles excesos de liquidez. Además de que las empresas y las tarjetas agro sostienen financiamiento a tasas “razonables” o al menos por debajo de la inflación esperada, lo cual genera una alternativa interesante. Los fertilizantes son un caso aparte: valores por las nubes, amenaza de faltantes, falta de financiamiento y obligación de recibirlos a corto plazo (los vendedores en general no ofrecen almacenaje luego de la compra) hacen un combo complicado. La estrategia de cambiar granos disponibles por fertilizante hoy parece la mejor alternativa, pero es difícil hacer una recomendación de tipo general.
Por último está la problemática del gasoil que empezó a escasear hasta que subió el precio y apareció. O se ajusta por precio o se ajusta por cantidad, principio básico de la economía. El impacto en el costo de los fletes ya se está sintiendo, lo que en algunos casos está modificando la estrategia de logística, embolsando en los campos más de lo previsto para evitar fletes cortos y luego negociar el largo.
En resumen, el menú de opciones es variado y diversificar estrategia de compra y venta hoy parece lo más acorde para estos mercados alterados que se enfrentan.
Fuente: Informe para empresas de Zorraquin + Meneses