El índice de precios de la carne de la FAO registró en marzo un promedio de 118 puntos, y parte de ese impulso se debió a la suba en la carne de cerdo.
En general se puede ver que marzo tuvo 1 punto (un 0,9 %) por encima del valor revisado de febrero y 3,1 puntos (un 2,7 %) más que su nivel de hace un año, para esos alimentos.
El aumento obedeció principalmente a la subida de los precios de la carne de cerdo, fundamentalmente a causa del alza de las cotizaciones en la Unión Europea después de que Alemania recuperara la condición de zona libre de la enfermedad de fiebre aftosa, lo que llevó a que los principales asociados comerciales, como el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, levantaran las prohibiciones de importación.
La creciente demanda contribuyó a estabilizar el mercado, mientras que el fortalecimiento del euro respecto del dólar de los EE.UU. respaldó la tendencia ascendente. Los precios de la carne de ovino también subieron, apoyados por la fuerte demanda mundial previa a las festividades de Semana Santa. Del mismo modo, subieron las cotizaciones mundiales de la carne de bovino, como consecuencia de la escasez de la oferta mundial y de la gran demanda internacional. Por su parte, los precios de la carne de aves de corral se mantuvieron prácticamente estables, ya que la oferta y la demanda mundiales se mantuvieron equilibradas pese a las dificultades constantes ocasionadas por los brotes generalizados de gripe aviar en algunos de los principales países productores.








