Los biofertilizantes se prueban en plantines, cultivos añosos y una variedad de materiales. Ahora, pensando en sustentabilidad y mejoras productivas, las experiencias con espárragos muestran conclusiones alentadoras.
«Los resultados que notamos son interesantes. Un 15 ó 20% más de producción es considerable«, dijo Ana Castagnino, quien es docente e investigadora de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNCPBA), y forma parte del Centro Regional de Estudio de las Cadenas Alimentarias (CRESCA).
Junto con un equipo de trabajo comenzaron a probar fertilizantes del Laboratorio Mycophos como ARCO (con aplicación foliar) y Fosfoactiv, pensando en la producción de espárragos. «Hemos tenido resultados alentadores. Venimos trabajando con biofertilizantes desde fines del 2018, al inicio de manera preliminar y este año hemos sumado nuevos cultivos, probando en acelga y kale con pencas de distintos colores, en mix de orientales, variedades de lechuga y de radicchio rosso«, comentó a RD.
UNA MEJORA PARA TODOS
Pero el espárrago todavía es el más importante en cuanto al avance de los ensayos realizados. Con pruebas en plantines, cultivos con 30 años de producción en la chacra experimental de la facultad y también usando diferentes materiales de híbridos.
En los plantines se observa que el biofertilizante mejora en la plantación general y en las raíces. «En sí el objetivo es lograr cultivos más sustentables, en lo posible orgánicos, sobre todo pensando en los cinturones hortícolas de ciudades donde no se permite la aplicación de otro tipo de productos como ocurre en Tandil y más periurbanos«, indicó. Estos datos fueron publicados a través de la Asociación Argentina de Horticultores.
Con los cultivos de espárrago de 30 años se logró un mayor rendimiento, llegando al 18% más de turiones por planta con mejor calibre y coloración. Observando entonces que los biofertilizantes son interesantes para revivir un cultivo de muchos años.
En cuanto a los híbridos se evaluaron diferentes materiales, uno de los cuales pertenece a la red mundial de ensayos de espárrago, logrando entre 15 y 20% más de productividad con menor descarte y mejor coloración.
Castagnino indicó que vienen avanzando ahora en el análisis de composición de minerales, pero todavía no se han publicado los resultados, para ver la relación entre la mejora cualitativa- cuantitativa y la composición de la producción obtenida.
Además, se realizan estudios para conocer la valoración de los consumidores sobre los fenotipos que se están evaluando, tanto los biofertilizados como los que no han tenido ese tratamiento. Esta es una manera de saber si fuera de los especialistas el público puede notar las diferencias de tamaño, color y otros aspectos.
«Hemos aceptado el desafío como equipo de comprobar los productos de origen más natural para impulsar un perfil sustentable en las producciones hortícolas, como complemento de otros trabajos que hacemos sobre inocuidad, BPA, y prueba de especies«, indicó.