El negocio de la carne reaccionó ante la baja de retenciones

Las carnes de vaca, cerdo y pollo notaron la baja de retenciones y en los bovinos esto generó un impulso en los precios de la hacienda, detalló el reciente análisis de la consultora Zorraquín + Meneses.

Se indicó en el reciente informe sobre los negocios del agro que julio fue «mes con algunos cambios». Esto se debe en parte a la «baja a cero de los derechos de exportación (retenciones) a distintos cortes de vacas y la baja del 25% en las demás categorías (pasando del 9% al 6,75%) dieron cierto impulso a los precios. Algo así como un aumento de 150 a 200 $/kilo vivo en las distintas categorías».

Junto con los cortes vacunos que tuvieron disminución de los derechos de exportación como en cerdo y en pollo que se redujeron un 25%.

En cuanto a las categorías de hacienda, «El novillo gordo de calidad se ubica por encima de los 2100 $/kilo, la vaca buena en el orden de los 1800 $/kg y la vaca conserva cerca de 1200 $/kg. Por el lado de la invernada, el ternero liviano pasó en poco tiempo de 2400 a 2800 $/kilo, observándose también una recuperación en el valor de los vientres preñados, fluctuando entre los $800.000 y $1.000.000.»

El informe de la consultora explica que ya «comenzó la temporada de venta de reproductores de cabañas, y se nota interés de la demanda, pagando por los toros puros por cruza el equivalente en promedio a 1500 kilos de novillo, con extremos entre 1300 y hasta 2000 kilos (por supuesto que ha habido remates donde los valores fueron más altos, pero esto creemos representa los promedios más habituales)».

Para el engorde: Los feed lots presentan un buen nivel de ocupación, con un negocio que por ahora cierra bien, aunque comienza la temporada de menor oferta de terneros, lo que seguramente empeore la relación compra/venta. El maíz y otros granos están “baratos”, colaborando a sostener la rentabilidad.

El mercado consumidor argentino sigue retraído, en algo similar a los 42 a 44 kilos/habitante/año.

Esto se da en el marco de salarios bajos pero que empiezan a ganarle a la inflación, explica el informe, lo cual genera alguna expectativa para el consumo. Pero falta para que este destino, donde va el 70% de la producción, se recupere fuerte en el corto plazo.

La exportación se sostiene en volumen embarcado, con una demanda China que sigue siendo el mayor destino, pero con precios más bajos que el año pasado y con un tipo de cambio que se va atrasando y resta competitividad. Deberán seguir bajando impuestos o abriendo mercados, porque todo indica que no habrá una aceleración en el ritmo mensual de devaluación. La cuota Hilton se paga unos 14.000 dólares por tonelada, un buen precio, pero hay dificultad para conseguir en el mercado novillos pesados y alimentados básicamente a pasto. Hay un mercado cuya demanda crece que es parte del sudeste asiático (Vietnam, Indonesia, etc) que va a ofrecer oportunidades para diversificar destinos.

Nuestro principal competidor, Brasil, está con precios más bajos y con un tipo de cambio más competitivo, lo que hace que “inunde” de oferta al mercado. Para tener una idea, el precio de la carne al gancho en Brasil es un 30% más barata que en nuestro país. Ante un stock ganadero que se ubica entre los 52 y 53 millones de cabezas, el negocio parece haber encontrado una escala adecuada. No hay estímulos para que siga creciendo, pero si en ganar eficiencia productiva y reproductiva, y hasta teniendo como meta levantar el peso final de lo que llega a los frigoríficos. Algo más se puede hacer si existen los estímulos correctos. 

Fuente: Informe «Apuntes para empresas» de Zorraquín + Meneses