El campo debe pensar en calidad desde la materia prima hasta la manufactura y los Mercado internacionales exigen cada vez más, explicó Gabriel Berardinelli, presidente de la Cámara Argentina de Certificadora (CACER), quien participó hoy en la jornada del CFI del Programa Exportar Calidad.
El representante de la cámara habló sobre la certificación, para comprender qué es, el trabajo que implica y para qué sirve. Y destacó que es necesario saber para no quedar fuera del comercio internacional cuando el mercado exige y además es dinámico.
La certificación da un respaldo internacional por la acreditación lograda desde la entidad que la emite. Esto da garantías al consumidor pero al mismo tiempo sirve para que la empresa demuestre lo que está ofreciendo y su calidad. Todo apunta a satisfacer al consumidor que ha evolucionado, porque tiene más información a disposición, lee las etiquetas, pide trazabilidad, piensa en su salud y en el origen y las consecuencias de esa producción. Pero además hay exigencias de certificación social que afectan a la marca y la imagen de la empresa.
Para los supermercados y comercios minoristas la certificación da seguridad, sirve para la responsabilidad legal y considera los controles de calidad.
Por otro lado, Berardinelli explicó que entre commodities y mercados de especialidades hay que considerar que en el segundo caso las exigencias de certificación son mayores pero en ambos mercados los estándares van aumentando. La certificación ayuda a la diferenciación de la oferta, principalmente cuando hay tantas opciones de productos.
La certificación puede estar en todo el proceso del producto o limitarse a un eslabón. Pero en cada caso implica inspección y una tercera parte que es «una empresa no involucrada que controla el cumplimiento de los parámetros que integran los requisitos de calidad» que no debe tener relación comercial ni conflicto de intereses.
Hoy las tendencias en cuanto a certificar alimentos incluyen: uso y manejo de agroquímicos, juntos a los aspectos microbiológicos pensando en higiene e inocuidad, además está el aspecto mediambiental y como tercera cuestión la seguridad de las personas tanto en su salud como en aspectos laborales.
Las principales certificaciones hoy son:
