«Hemos recibido un destrato personal e institucional, que desde nuestro punto de vista es inaceptable», afirmaron en su carta de renuncia al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) Carlos Alberto Paz y Carlos Miguel Milicevi al presidente Alberto Fernández.
Con esas palabras el presidente y el vicepresidente dejaron sus cargos a partir de una incorporación que hizo el ministro de Agricultura Julián Domínguez, cuando dispuso que Diana Guillén, ex jefa de gabinete y del Senasa entre 2013 y 2015, asumiera en el servicio.
La salida de los funcionarios fue acompañada con pesar por integrantes del SENASA que vieron esta situación como una intervención directa, al mismo tiempo que el argumento de “cubrir el cupo” femenino fue visto como una excusa del ministro.
Con este desenlace la incertidumbre se cierne sobre el organismo sin tener aún una respuesta oficial o una reacción evidente por parte del Ejecutivo Nacional. Un revés a la forma de accionar del ministro que llegó luego de las elecciones de medio término como un funcionario con un perfil más dialoguista y conciliador que su predecesor.
