Primera experiencia con perros protectores de ganado en La Pampa

“Es una tecnología que lleva años en el país y ahora en la provincia se ha dado la posibilidad de llevar el trabajo a campo. Dentro de los proyectos locales aprobados en el 2020 se pudo enmarcar esta propuesta para la actividad caprina”, dijo el M.V. Ariel Hurtado, INTA Anguil, a Rural al Día.

En concreto, se incorporó una perra en Puelén, de raza Montaña del Pirineo o Pastor del Pirineo. Pero en Argentina la experiencia comenzó en Bariloche, con  Franca Bidinost y su equipo, y Hurtado pudo ir a capacitarse allí. En principio la idea era incorporar perros en Chos Malal (Neuquén) y en Malargüe (Mendoza) entonces se pudieron sumar dos charlas informativas para La Pampa: en General Pico y Santa Isabel. Con esta primera introducción todavía faltaba la experiencia de incorporar un perro, y eso se iba a cumplir el pasado año pero el criadero de Bariloche tuvo algunos problemas y no se pudo concretar. Ahora, un productor caprino de Puelén compró una perra en Catamarca, a su vez la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam adquirió unos perros de estas razas pero están en la etapa de comenzar el criadero.

El entrevistado manifestó que son perros que vienen con una predisposición racial (tanto el Pastor de Pirineo como el Maremmano Abruzze). Para comenzar su entrenamiento la perra tiene sus cachorros en el corral junto con ovejas, vacunos, caprinos u otros tipos de ganado. Y luego de destetar a las crías, a los 45 días, comienza el período de impronta del cachorro en contacto con los animales a los que va a proteger. Se estima que a los cuatro meses ese perro está en condiciones de comenzar a trabajar en el campo.

El perro adopta al rebaño o al grupo con el que está como sus pares y eso es lo que hace que se mantenga con ellos en el campo”, señaló. Otra condición, para el éxito, es limitar el contacto humano para que sólo tenga conocimiento con su entrenador y luego con el productor y su familia. Entonces, no será un trato como mascota y sólo se tocará al animal para vacunarlo, hacerle algún control o que responda ciertas órdenes.
De esta manera se logra un perro protector que beneficiará al dueño y también a los campos vecinos.

Pensar en el animal como una herramienta de protección, analizó Hurtado, es una buena opción para aquellos productores que tienen pérdidas de su ganado por depredadores. Por que el perro actúa desde disuadir a los posibles depredadores con su presencia, al ladrar y al marcar el territorio.

En cuanto a la experiencia en el oeste pampeano, con la perra incorporada hace una semana, se trata de un productor con problemas de pérdidas en su rebaño de cabras por pumas, zorros e incluso perros.

La idea es tener un registro de la situación en la que está, evaluar el desempeño de la perra incorporada al rodeo para ver si todo se desarrolla de forma normal. Observando si hay una reducción de las pérdidas habituales en su campo y los de sus vecinos”, afirmó. Por la experiencia en la Patagonia, con rebaños de ovejas y en establecimientos más grandes, la presencia del perro protector beneficia incluso fuera de los alambrados de su propietario.

Hurtado dijo que están en etapa de evaluación y mientras van recibiendo consultas de más interesados. Es posible que pronto haya alguna experiencia similar en Puelches y en Santa Isabel con ganado bovino. Incluso está la posibilidad de tener más de un perro por establecimiento, ya sea por la extensión del campo como por la opción de destinarlos a diferentes tipos de ganado.

Más información: INTA Bariloche