Le voy a echar un galope a un potro que no he ensillado, le voy a poner bocado hasta que se haga caballo, por 25 de Mayo a Don Pedro Maldonado.
Se vino de Larroudé soñando una madrugada, con sus maletas cargadas y su hijito por delante, buscando alguna vacante para quedarse en La Humada.
Fue de joven domador por esta tierra portero, pero además muy campero arriando por una loma, junto a Pereira y a Roma a caballo y de tropero.
Versos extraídos con permiso del autor, Ariel “Alpataco” Vazquez, del libro Los últimos puesteros.