El Pequeño Escarabajo de la Colmena mantiene en alerta a los apicultores argentinos, y el DTE es un registro importante de los movimientos para prevenir. Así lo explicó el ingeniero agrónomo Mauricio Rabinovich, a cargo del Programa Nacional de Sanidad Apícola del SENASA, visitó General Pico en el marco de una capacitación realizada ayer con el gobierno provincial.
“Hay que trabajar sobre los problemas sanitarios que tenemos, estar sobre las áreas que hacen a la comercialización para la exportación de miel, interviniendo en la producción desde el apiario. También estamos dedicados a realizar la prevención del ingreso de plagas que no tenemos en el país pero representan amenazas que están cercanas”, explicó. Es así que desde SENASA se vienen realizando controles activos desde el 2016, cuando Brasil reportó la existencia de un problema. “Una plaga exótica, porque no se ha encontrado en Argentina, como es el PEC o pequeño escarabajo de las colmenas que tiene una alta potencialidad invasiva y de adaptación a los ambientes para colonizar”, manifestó.
Observando las diferentes realidades apícolas del país, Rabinovich señaló que el sector de mayor peligrosidad sería “la región pampeana”. Hace tres años que se viene trabajando con INTA y Agroindustria con diferentes líneas de acción para prevenir el ingreso de la plaga y estar buscando al PEC para su detección temprana y evitar su propagación. Del escarabajo, dijo el ingeniero, no se sabe la capacidad de dispersión y la información disponible es la que Brasil brinda a la Organización Internacional para la Sanidad Animal.
“Sin embargo, la última confirmación que se tiene es que la plaga está muy próxima a Formosa y Misiones, y la realidad que nos compete en cuanto a cercanía es informar a los productores y pedir a los apicultores que mueven colmenas que cumplan con el Documento de Tránsito Electrónico (DTE) porque eso sirve para saber sus movimientos y evitar riesgos para este sector productivo a nivel nacional”, afirmó.
Además, el PEC tiene una capacidad de vuelo importante y eso debe ser conocido por los productores. La plaga sobrevive en el ambiente, no sólo en las colmenas. Se deben controlar las importaciones de frutas, los ingresos de trasporte desde Brasil y la movilización de los apicultores que deben conocer cómo controlar sus colmenas.
