En la búsqueda de un manejo sustentable del suelo para los cultivos bajo cubierta, INTA San Pedro lleva adelante un ensayo para generar sustratos a través de la técnica de biosolarización. Además, están enfocados en usar materia orgánica a partir de residuos territoriales.

Mariel Mitidieri, del INTA San Pedro, está dedicada a fitopatología y es integrante de los proyectos de producción responsable de hortalizas, horticultura periurbana, desarrollo de indicadores de impacto ambiental y otros temas del sector. En esta ciudad, por una jornada hortícola de agua y suelo, se refirió a su experiencia.
“En San Pedro tenemos una problemática importante porque hay una producción intensiva de ornamentales con un significativo desgaste del suelo y desde la experimental se está intentando que los productores incorporen sustratos”, indicó.
Además, es una zona con complicaciones por sales y se observan enfermedades en las plantas por esta razón. Para incorporar sustratos y lograr mejoras hay una tendencia, explicó, que se basa en aprovechar los residuos orgánicos que hay a nivel local, entonces sin comprar turba se opta por reconocer los materiales orgánicos en el territorio y usarlos para generar el sustrato.
“Una línea de trabajo muy importante que se está llevando adelante desde la experimental, en conjunto con viveristas, es la de caracterizar un sustrato orgánico proveniente de residuos de papel prensa que se podría usar para mejorar suelos y poner en macetas”, dijo Mitidieri.
Desde el área hortícola en la agencia se viene trabajando sobre una técnica de biosolarización, no contaminante para desinfección del suelo, con un ensayo a largo plazo que comenzó hace 15 años. El 28 de agosto se va a dictar un curso sobre esta técnica en San Pedro.
Se usa la energía solar al incorporar materia orgánica que se va calentando y así se eliminan patógenos, esos residuos orgánicos aportan nutrientes y además se mantienen microorganismos benéficos. Se logran así resultados de una forma sencilla y con otra mejora agregada que se observa en la estructura del suelo. Mitidieri indicó que también se podría tratar de usar los restos de poda en la zona urbana.
La técnica afirmó: “Queremos demostrar que compostando rastrojos de cultivo se puede tener buenos resultados. En vez de quemar las plantas de tomate o pimientos después de la cosecha se cortan y retornan como aporte al suelo”. Con el ensayo se han logrado buenas cosechas usando la biosolarización, buen control de patógenos del suelo y es una forma de reciclar nutrientes.
Con respecto al suelo, se hace un seguimiento de evolución patógenos, nematodos, plagas y las diferentes rotaciones a implementar.