Un reciente análisis sobre la brecha de rendimiento, semilla y tecnología entre Argentina y Brasil, muestra el estancamiento argentino y al mismo tiempo la diferencia con el país vecino.
La información, surgida del análisis de la BCR con autoría de Guido D’Angelo, Bruno Ferrari y Julio Calzada, indica que «El cierre de brechas en soja entre Argentina y Brasil podría incrementar las exportaciones en más de US$ 3.000 millones. Con más apoyo al productor, mejoramiento genético y mayor tecnología, Brasil viene creciendo por encima de Argentina«.
Así se vislumbra que el rendimiento de la soja en Argentina desde la campaña 2000/01 a la 2002/03, tenía un promedio de 2,71 toneladas por hectárea. Y En las dos décadas siguientes, el mismo cultivo con el rinde promedio de las campañas 2018/19 – 2022/23, el número es casi el mismo: 2,71 toneladas de soja por hectárea.
Al observar lo sucedido en Brasil, tenían un rinde promedio de 2.77 tn/ha hacia el año 2000 y para las últimas campañas la soja ha llegado a generar 3,43 toneladas por hectárea.
«De esta manera, mientras los rindes promedios de soja en Brasil crecieron 24% en los últimos 20 años, los de Argentina se han mantenido relativamente estancados. Más aún, podría destacarse que los datos de este análisis consideran la excepcional cosecha 2022/23, que fue un desastre productivo para la Argentina y la mejor cosecha de la historia del Brasil. No obstante, si excluyéramos dicha campaña, el rendimiento promedio argentino pasaría a 2,95 tn/ha, lo que nos daría una brecha aún relevante respecto de los rindes del Brasil», señaló el informe.
Los motivos de esta diferencia son en parte la inversión en semilla y tecnología, que los productores de cada país vienen haciendo según sus ganancias con este cultivo, otra razón es la ausencia de derechos de exportación y la brecha cambiaria que se vive en nuestro país. Al mismo tiempo la zona núcleo brasilera, en el Mato Grosso, tiene un régimen de lluvias más generoso que la región sojera de nuestro territorio.
