La Jornada Hortícola 2023 se realiza el 1 de diciembre en el CERET, con una invitación desde las 9 de la mañana para recorrer los módulos del plantinero, cultivos de fruto, de hoja, cultivos de larga duración y el avance del proyecto de hidroponía.
Carlos Pechín, ingeniero del INTA, destacó el fuerte compromiso para mostrar este año cerca de 160 materiales diferentes que aportan las semilleras dedicadas al rubro y que permiten exponer en la jornada los resultados de lechugas, rabanitos, berenjenas, pimientos, tomates, apio, kale, acelga, espinaca, melón y otros cultivos bajo cubierta.
El Centro Regional de Educación Tecnológica (CERET), a cargo de Juan Manuel Bello, se encuentra ubicado dentro del Parque Industrial de General Pico, y realiza un importante trabajo en horticultura bajo la órbita del Ministerio de la Producción, a cargo de Fernanda González, y el Ministerio de Educación. En convenio con INTA, por el programa ProHuerta, se afianza esta propuesta.
«Esto es un clásico porque es un momento en el que el productor puede acercarse y para ver, comparar, analizar y considerar todas las variedades en vivo. Así define qué le puede convenir en su producción«, señaló el técnico. Desde la primera jornada hortícola hasta hoy es notorio el avance en cuanto a la cantidad de ensayos porque al comienzo se probaban cerca de 20 variedades de materiales y ahora se está hablando de una cifra muy superior.
«Cuando los semilleros comenzaron a visitar el módulo se encontraron con algo que no se ve en otros lugares. Pueden mostrar sus productos a una región que no es netamente hortícola pero que tiene sus posibilidades y en la cual se puede observar el desarrollo local del cultivo. Esto los incentivó, y con Alberto Muguiro y Rodolfo Grasso vimos que a partir de la pandemia del COVID, con las jornadas virtuales se amplió nuestra difusión a nivel país, ello generó que las empresas de semillas nos busquen para probar sus materiales«, explicó. La motivación no es comercial, porque la cantidad de horticultores de la región no es tan significativa, pero el trabajo de comparación entre cultivares, recolección de datos y seguimiento es muy valorado.
«Se hace el contraste entre las diferentes semillas sometidas a las mismas condiciones ambientales, de riego, fertilización y tratamiento. Además todos los años, en mayo, presentamos el informe técnico de datos, donde se expone la respuesta de cada cultivo. Es información gratuita que se difunde y que pueden ver los productores y también los semilleros«, indicó Alberto Muguiro. Ese trabajo es minucioso porque aporta datos cuantitativos y cualitativos, correspondientes a tareas de investigación, producción y transferencia.
Pechín destacó que la jornada hortícola es la actividad más notoria, pero antes y luego de ella el trabajo continua con los registros de manejo, rendimientos cultivo por cultivo, análisis de calidad, evaluación de cada material individual y comparativo, y más.
En la relación con los productores, los ingenieros señalaron que pueden ver el comportamiento de materiales que ya están utilizando en cada producción y comparar el resultado a primera vista durante la jornada o en visitas al CERET. Así consultan sobre los manejos, uso de abono, cultivos antecesores y otros datos. En los productores locales se aprecia que manejan ciertos parámetros como los híbridos que usan y el comportamiento esperado cuando un material está con la recomendación del INTA.
Muguiro agregó que la labor de transferencia y extensión también se observa en el recorrido que se hace por las huertas, para asesorar y también para aplicar tecnologías de procesos como lo son los controles de conductividad y PH en suelo. «Son dos mediciones muy importantes que dan un indicio clave para la producción bajo cubierta y con riego. Porque se acumulan sales, hay cambios de PH y surgen otros problemas en el suelo«, agregó Muguiro.