Según los datos del INDEC, en lo que va del año y hasta octubre las exportaciones de carne vacuna—sin descontar la exportación de huesos— se ubicaron en torno a 588.800 toneladas, por un valor aproximado de USD 3.155,1 millones, analizó la BCR- Rosgan.
En comparación con el mismo período de 2024, esto implica una caída del 8,5% en los volúmenes exportados pero un incremento del 26% en facturación. En promedio, el precio de promedio de la toda la carne bovina refrigerada y congelada exportada durante el período se situó en torno a USD 5.360 por tonelada, lo que representa una suba del 38% respecto del año anterior, cuando el valor promedio se ubicaba en USD 3.884 por tonelada.
Al analizar la evolución mensual, se observa un comportamiento muy dispar a lo largo del año. El primer cuatrimestre estuvo fuertemente afectado por la falta de competitividad de la industria local, lo que se reflejó en una caída interanual del 20 % en los volúmenes exportados. En el segundo cuatrimestre se evidenció una recuperación del terreno perdido y un buen nivel de precios, mientras que en el último tramo del año el desempeño se mantuvo estable, aunque con escasas posibilidades de revertir las pérdidas acumuladas en los primeros meses.
Si bien noviembre suele ser un mes de alto nivel de exportaciones, este año la posibilidad de reducir la brecha respecto de 2024 es limitada. La reciente suba en los precios de la hacienda a nivel local deja a la industria exportadora en una situación muy debilitada para competir en un mercado que se proyecta mucho más exigente.
Por otra parte, la reducción de aranceles a la carne brasileña anunciada por el gobierno de Estados Unidos sitúa al país vecino en una posición mucho más competitiva. Un recorte del 40 % en los aranceles para el principal exportador mundial de carne vacuna, en un mercado que busca abastecimiento, pero vigila de cerca sus precios internos, modifica sustancialmente el panorama comercial.
Aun cuando Argentina ampliaría su acceso preferencial a este mercado gracias al acuerdo bilateral alcanzado por ambos mandatarios, la evidencia reciente muestra la fortaleza competitiva de Brasil. En octubre, Brasil exportó a Estados Unidos 10.800 toneladas, mientras que Argentina —pese a contar con condiciones arancelarias más favorables— embarcó 3.400 toneladas, a un precio promedio un 6% superior al del país vecino.
Por otra parte, China —sin dudas una de las piezas clave del mercado internacional—, que esta semana debía dar a conocer la resolución de su investigación por salvaguarda de importaciones iniciada en diciembre del año pasado, volvió a prorrogar la fecha de su dictamen final, esta vez fijándola para el 26 de enero. Si bien esta decisión afecta a todos los orígenes, en el caso particular de Argentina — que concentra el 70% de sus exportaciones de carne bovina en este único destino— el anuncio se recibe con cierto tono de alivio. Permite finalizar el año sin disrupciones en un período en el que China suele mostrar mayor actividad de compras, al tiempo que abre una posible instancia de negociación durante los próximos 60 días.








