El molino Don Antonio, y la planta de alimento balanceado de la misma firma, tienen sede en General Pico, y desde allí un conocimiento de la campaña triguera desde el punto de vista comercial para su abastecimiento y pensando además en la calidad de los granos.
Augusto Barreiro, responsable de la compra de cereales en la empresa Don Antonio Alimentos, firma que tiene sede en Junín y también en G. Pico, explicó a RD que este ha sido un año particular (incluso antes de la pandemia) por la situación del grano. “El trigo a esta altura del 2019 tenía buen precio por lo tanto el productor decidió ventas anticipadas. Entre julio, agosto y septiembre se definieron contratos antes de la cosecha y esto repercutió en la oferta que los molinos tuvieron luego”, señaló.
Al final los productores cumplieron con sus compromisos previos, que son principalmente con destino a la exportación, y no había tanto trigo al momento de la cosecha para los molinos, esto marcó una diferencia.
En ese escenario, se sumó que el 2019 venía con los cultivos afectados por la falta de humedad, teniendo menor rendimiento pero más calidad en granos. “En La Pampa se vio, con variaciones según la zona, que hubo productores con rendimientos al 50% o menos de lo esperado. (…) Al tener menor rendimiento en las hectáreas sembradas de trigo se observó mejor calidad. Y el problema para este año fue conseguir calidad baja en cuanto a gluten y otras características reológicas que se manifiestan en la harina”, manifestó. Viendo en la región trigos que tenían de 28 a 32 o más en su composición de gluten.
La alta calidad de gluten en trigo es controlada por el molino porque la harina debe tener consistencia a lo largo del año, “esto es fundamental para que el panadero y la industria tengan siempre la misma materia prima, con iguales características, para que sus elaborados sean siempre los mismos”. Al tener calidad alta se van haciendo correcciones en el molino y también hay un seguimiento de los clientes para confirmar cómo se trabaja.
“El molino busca un gluten de 26 en las harinas, que es la calidad media para salir al mercado porque eso es lo que busca el panadero”, explicó. Entonces al tener un gluten alto se deben homogeneizar los parámetros pensando en el proceso molinero de todo el año.
La campaña agrícola actual muestra algunas coincidencias con la anterior en cuanto a la decisión de los productores de comercializar de manera anticipada. Se sembró bien, consideró el entrevistado, y la falta de humedad se dio en un momento temprano del cultivo que quizás no perjudiqué tanto el resultado a la cosecha. “El productor comenzó a diversificar la forma de comercializar, han hecho contratos a futuro, pero si sigue lloviendo y el clima acompaña parece que va a ser una campaña más repartida, con posibilidad de que también vendan en la cosecha e incluso guarden algo de granos para después”, indicó.