El Área Técnica de la Dirección General de Defensa Civil emitió un informe que revela la autorización de 172 quemas controladas. Estas quemas, que beneficiaron a más de 88,549 hectáreas de tierras agropecuarias, se llevaron a cabo tras la recepción de 202 solicitudes de establecimientos rurales.
La temporada de quemas prescritas es una parte de la estrategia de seguridad integral de la provincia de La Pampa. Se enfoca en el uso controlado del fuego como herramienta de manejo del ecosistema, lo que contribuye a reducir significativamente el riesgo de incendios forestales durante los meses de verano.
Para obtener la autorización, los productores deben presentar una solicitud a la Dirección de Defensa Civil, la cual incluye requisitos como la creación de cortafuegos perimetrales. Una vez otorgada la autorización, se establecen fechas específicas para llevar a cabo las quemas programadas. La única modalidad autorizada para el uso del fuego, como herramienta de manejo del ecosistema, son estas quemas controladas ya que aportan un tratamiento adecuado a la acumulación de material combustible que, de no realizar esta práctica, consecuentemente en la época estival puede registrarse como zona de riesgo. De esta forma, por medio de un trabajo conjunto y estrecha relación con el sector agrario, se articulan acciones para reducir al máximo la posibilidad de incendios forestales y las hectáreas que puedan verse afectadas si esto ocurriera.
Cabe destacar que las quemas sólo se realizan cuando se cumplen las condiciones climáticas y logísticas apropiadas. Esto significa que no siempre se queman todas las áreas autorizadas, ya que las variaciones en la vegetación y las condiciones meteorológicas requieren un enfoque cauteloso.
Los Planes de Quema tienen un plazo de 4 años, con flexibilidad, en el cual el solicitante, cumplirá con requisitos para iniciar un expediente, que incluye información de propiedad del establecimiento y un informe realizado por un profesional (Ing. Agrónomo o de Recursos Naturales) en el cual se debe hacer una descripción general del mismo, como así también, establecer los potreros que desea quemar con una descripción más detallada. Formalizado el Expediente, se continúa con la constatación de picadas perimetrales y de los potreros solicitados a quemar. Si estas cumplen con lo establecidos por Ley, se lo autoriza y, cuando el productor defina la fecha para realizar la quema debe avisar, para cotejar las condiciones climáticas de ese día y de los posteriores. Esta medida se toma para que la práctica se realice en las condiciones correctas, sin acudir a un plan de contingencia.
Desde 2013, se han presentado alrededor de 787 permisos de quema en la provincia, con un enfoque especial en los departamentos de Loventue, Toay y Utracán, que han registrado la mayoría de las solicitudes.
En la temporada 2023, se recibieron 131 solicitudes de quema de bosque/monte y 71 para quema de pastizales. La temporada 2023 resultó en la autorización de 107 quemas de bosque/monte, que cubrieron 66,547 hectáreas, así como 65 autorizaciones para quema de pastizales que abarcaron 22,002 hectáreas.