Los últimos puesteros: Antonio Centeno

Tengo un tobiano ensillado
le voy a poner el freno,
antes que caiga el sereno 
y se venga el aguacero,
recordando aquel puestero
que ha sido Antonio Centeno.
Anduvo campeando vacas
por los campos de Lorenzo,
muy amigo del silencio
primo hermano del respeto,
era un puestero completo
de esos campos tan inmensos.
Andaba siempre montando
en ancas de la paciencia,
dejando las evidencias
de muchos años sufridos,
como pájaro sin nido
que vuela por mi querencia.

Versos extraídos con permiso del autor, Ariel Alpataco Vazquez, del libro Los últimos puesteros.