Voy a manear el Lobuno para aferrarme a las clinas entre gente campesina voy a pedirle una mano, a aquel puestero baqueano llamado Ñato Salinas.
Me contaron sus hazañas que tiene de amansador, me han dicho que tiene un don para amansar desde el suelo, es que siempre fue campero el mal llamado Bocón.
Allá por la Buena Vista entre bozal y presillas, entre maíz y semillas cuidando unos parejeros, no eran lerdos, ni ligeros los fletes de su tropilla.
Versos extraídos con permiso del autor, Ariel “Alpataco” Vazquez, del libro Los últimos puesteros.