Ariel Hurtado, técnico de INTA, desarrolla junto Daniel Bedotti un proyecto sobre cabra colorada en el oeste pampeano pensando en dar valor (dentro de una línea especial de Pro Huerta) a la fibra que producen estos animales.
El pelo de estos caprinos tiene cualidades que lo hacen apto para hilado y la confección de prendas de vestir. “La cabra colorada es un recurso genético local, adaptado a la zona, que los productores fueron seleccionando como raza para lograr chivitos, pero después con el acompañamiento se fue viendo que era posible dar un valor comercial al pelo. Se hicieron análisis de finura y se vio que era una fibra similar a la de otras cabras que se usa en la industria”, explicó.
Los ensayos en La Pampa comenzaron hace unos años con el hilado y la idea actual es seguir trabajando con la Asociación de Criadores de Cabra Colorada para generar un ingreso extra a las familias que tradicionalmente se dedicaban a la venta de chivos.
Hurtado recordó que se logró la comercialización de la fibra por dos años consecutivos, con 45 kilos y luego 60 kilos.
“La gente esquila con máquinas el pelo en crudo, que se vende a Chos Malal (Neuquén) donde ya se trabaja con productores de cabra para cachemir (o casimir). El pago que se logró el año pasado fue de 10 dólares el kilo”, afirmó.
Lo interesante de esta producción es que en el campo la cabra tiene una muda natural del pelo y en primavera- verano se le cae por lo que se puede esquilar antes y venderlo. En el 2020 la esquila no fue posible, explicó, porque son cuatro máquinas las disponibles y se van prestando entre las 17 familias de la asociación. Además, estos productores están distribuidos en cuatro departamentos del oeste provincial y deben recorrer varios kilómetros. Una situación que se volvió compleja en plena cuarentena por COVID.
Por otra parte, el entrevistado agregó que vienen haciendo un análisis de las muestras del pelo de las cabras en diferentes momentos del año para determinar cómo crece y la proporción de fibra fina que tiene. Con esos datos se podrá determinar la fecha óptima para hacer una esquila, pensando en marzo- abril o en agosto- septiembre.
En cuanto al ciclo biológico, con el momento de reproducción y de parir de los animales en septiembre y octubre, se observa el comportamiento de la cabra preñada y en principio no se ve que las hembras sufran estrés por la esquila. El proceso es rápido porque se mantiene al animal en pie y sólo se corta el pelaje del dorso. Quizás el mayor perjuicio podría darse si el tiempo trae un temporal frío y el rebaño está a la intemperie con poco pelo.
“Estamos manejando todas las variables y haciendo nuestra investigación para definir una fecha que no genere problemas al animal y dé un buen rinde de producción de pelo”, manifestó. Incluso se observa que entre un adulto y un animal joven (hasta dos dientes de leche) hay diferencia en la finura. La mezcla de razas entre cabra colorada y criolla tradicional de chillo también influye al momento de seleccionar las fibras.
RELEVAMIENTO DE LA FAO
Se inició un relevamiento para conocer las especies con las que trabajan los productores y las razas, consultando por qué eligen ese tipo de ganado y cuáles son la principales problemáticas. “En nuestra provincia en proyecto considera los departamentos del oeste y hacemos una encuesta viendo los caprinos, las razas, tipo de machos y los motivos de estas selecciones”, dijo Hurtado. Por ahora se ve que los criadores advierten como un problema la cantidad de pumas en la región y las pérdidas que tienen en el rebaño por los depredadores, y también la disponibilidad de comida qué hay en esos ambientes para las cabras.
Este muestreo es interesante para el proyecto de fibra de la cabra colorada porque sirve para determinar el potencial productivo que hay en La Pampa. “La idea es hacer una estimación de los caprinos en la provincia, en el oeste, y ver cuántas son de raza colorada”, aclaró.
La iniciativa de la FAO es para este año, iba a terminar en noviembre, pero las salidas a campo para obtener información están restringidas porque se puede viajar pero cuando las distancias son importantes no se puede pasar la noche en diferentes localidades. Observando esta situación los plazos podrían extenderse.
Para concluir, el entrevistado comentó que los productores que hilan de forma tradicional con lana de oveja y pelo de cabra que han visto con agrado el hilo procesado por INTA (con separación de fibras gruesas y finas). “Cuando la gente ve el producto terminado con hilo de calidad se sorprenden, por el confort que tiene”, aseguró.