“El secreto está en saber manejar lo que tenemos”

“La pregunta principal es qué puedo sembrar cuando hay que tener en cuenta que por miles de años los pastizales naturales se han adaptado a nuestro sistema. El secreto está en saber menear lo que tenemos”, dijo el ingeniero Enrique Llorens.

Llores está dedicado a la asesoría privada en este momento, tiene una basta experiencia con más de 40 años dedicado a ser extensionista del Ministerio de la Producción. Realizando investigación sobre pastizales, para manejo, pensando que esto representa el 70% de la superficie de la provincia y un tema que desde la agronomía debería ser tenido en cuenta porque son una parte importante de la raciones ganaderas.

En relación al fuego, con los meses calurosos acercándose y los recientes alertas por ráfagas, afirmó que es un elemento a manejar. En ese sentido agregó: “Si nosotros manejamos mal la carga, porque no se trata de cuántas vacas ponemos si no el tiempo de pastoreo que hacemos por parcela. El productor a veces gasta mucho dinero dividir bien y en ubicar el agua pero tiene los rodeos muy desparramados entonces el animal elige y come muchos pastos bajos y tiernos dejando los más grandes y secos por lo que los campos se van empajando y el combustible aumenta”. se da un proceso de acumulación del material combustible que requiere un buen manejo, que se puede realizar incluso en medio de una llovizna con el uso del fuego.

Mantener la pastura nativa, es una buena decisión según Llorens porque la planta nativa es “un amortiguador” de los procesos productivos. Mantener en el campo un lote con pastos naturales, un cuadro con una perenne que está adaptada o un llorón muchas veces para las épocas difíciles dan una opción de ración. “Un pastizal en buen estado, bien manejado, puede dar raciones interesantes y sin costo”, señaló. En otros cultivos que parecen más productivos hay costos de insumos, con la semilla, fertilizantes, laboreo y más”, consideró.

En la calidad del pastizal se debe mirar: “La densidad, la cantidad de plantas por metro cuadrado de las especies buenas. En el monte ver flechillas, poas y las que están verdes por lo que son comestibles en el invierno, con el cuidado de hacer un descanso de otoño, planificando así la cantidad de hectáreas necesarias para el pastoreo. En los pastizales de médano, de verano, es una cuestión de manejar el diferido comiendo oportunamente en el semestre cálido para tener diferidos de una calidad aceptable que sirvan para sostener al ganado”.