Las exigencias de los mercados europeos, asiáticos y americanos para el ingreso de carne argentina asoman en la agenda de las exportaciones y se prevé, aumentarán tras la pandemia por la COVID-19.
La industria frigorífica pampeana, a entender del Gobierno de La Pampa, está preparada para superar los más exigentes estándares de calidad.
A pesar de la emergencia sanitaria la industria frigorífica pampeana siguió trabajando recostada en los decretos que incluyeron a la actividad como “esencial”. En la Provincia no se desconoce que la actividad soporta estoicamente un contexto mundial de precios bajos y con una demanda interna castigada por la crisis económica. Al respecto, las últimas estadísticas publicadas por la consultora Ecolatina confirman que el consumo de carne en el país en 2019 alcanzó los 109,5 kilos anuales por cápita, entre lo que figura el gasto en carnes de vaca, pollo o cerdo, retrocediendo un 5,3% en relación al 2018, cuando se ubicó en 115,6 kilos anuales.
A pesar de los números, en La Pampa, la producción ganadera y la industria frigorífica han dado muestras de ser un sector productivo sustentable y altamente generador de mano de obra. Así, la misma sigue jugando un papel fundamental en la economía pampeana, con la incorporación de tecnología de avanzada y altos estándares de comercialización, para seguir llevando al mundo las mejores carnes.
La vigencia de un plan
Mucho del mérito de este presente de la industria frigorífica pampeana se debe atribuir, sin duda, a la vigencia del Plan Ganadero Provincial creado durante la primera gestión del exgobernador Carlos Verna, reformulado con el Plan Provincial de Activación Ganadera y continuado por la actual gestión del gobernador Sergio Ziliotto. El mismo estuvo enfocado en la eficiencia productiva sustentable y logró generar los cambios necesarios para arribar a metas de desarrollo de crecimiento que demanda la actividad ganadera en el contexto nacional e internacional.
Aumentar el stock ganadero provincial, incremento continuo del índice de procreo, mejora en el manejo reproductivo y genético del rodeo, aumento del número de animales engordados en La Pampa, aumento de la faena provincial y propicio del bienestar del empleado rural estuvieron dentro de los objetivos.
Buenas señales
El Ministerio de la Producción, encabezado por Ricardo Moralejo, fue y sigue siendo protagonista de la realidad que envuelve a esta industria. El funcionario ofreció datos concretos del acontecer cotidiano de la industria frigorífica pampeana, marcando una tendencia optimista en cuanto al buen desarrollo de la actividad en la pospandemia.
“La actividad ganadera y frigorífica no se detuvo por la pandemia, se mantuvo relativamente bien, lógicamente que por efecto de la pandemia el mercado exportador resultó el más resentido aunque hubo un leve recupero en los últimos 60 días. Esto permitió que con el tiempo, con protocolos muy exigentes aplicados por cada una de las industrias, éstas mantuvieran un estado sanitario de excelencia ya que no tuvieron ni siquiera un caso sospechoso del virus”, afirmó.
Otro dato alentador para el sector fue la noticia de las últimas asignaciones de Cuota Hilton a frigoríficos pampeanos, “potencialmente podemos decir que el año próximo podrán estar exportando alrededor de 4.200 toneladas de carne, es un porcentaje muy importante sobre un total de 29.000 toneladas”.
Atribuyó esta realidad “a una inversión sostenida desde los años 2003/2004, con la puesta en marcha del Plan Ganadero Provincial, La Pampa comenzó la actividad con 500 toneladas de Cuota Hilton asignadas por ese entonces, y pasó a las 4.200 toneladas actuales. Este es el resultado de una importante inversión privada acompañada con políticas públicas generadas desde la Provincia, esa simbiosis de intereses permitió lograr los estándares sanitarios y las habilitaciones de las infraestructuras para acceder a los mercados más exigentes”.
El ministro, reforzando los atributos del Plan Ganadero, recordó que la Provincia pasó de tener 30 a 70 las cabañas de diferentes razas bovinas, “marcó el interés por mejorar el rodeo y una demanda de toros, en consecuencia repercutió en una demanda de los cabañeros de aumentar sus rodeos y a su vez se interesaron otros productores en el negocio de la genética, eso hizo que hoy tengamos un rodeo de altísima calidad dentro de La Pampa”.