Tormentas intensas y a la espera de un verano menos seco

“Son tormentas habituales de esta época. El granizo es un indicador de gran inestabilidad atmosférica. Son tormentas de tipo convectivas, de gran intensidad, con vientos ascendentes y nubes de gran desarrollo vertical que puede contener granizo y granizar en zonas limitadas”, explicó la ingeniera Laura Belmonte, de Agrometeorología en INTA Anguil.

Es un fenómeno natural en la temporada cálida, entre primavera, verano y otoño, donde estas tormentas se dan con más frecuencia. Sin excluir el invierno cuando podrían ocurrir con menos probabilidad. Cabe recordar que las nubes de tipo vertical se desarrollan cuando el suelo está caliente.

Las posibilidades de granizo se pueden observar con los pronósticos a corto plazo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que determinan con algunas horas de anticipación la ocurrencia de tormentas de intensidad con vientos y presencia de granizo.

Acerca de lo sucedido el lunes por la tarde en Toay, la ingeniera indicó: “Ayer se emitió el alerta para una región mucho más grande dentro de la provincia con posibilidad de granizo”. Ese anticipo mostraba alertas para Mendoza, Córdoba y Santa Fe, porque sería la misma tormenta que según las condiciones atmosféricas que encuentra se va desarrollando y en las diferentes regiones va afectando de manera focalizada.

En la imagen del radar, que se puede consultar mediante la web de INTA y del SMN, para advertir este tipo de tormentas Belmonte explicó que se debe observar la escala de colores que muestra la reflectividad, los colores más fríos indican una menor intensidad y los cálidos desde amarillo, rojo, violeta y hasta llegar al blanco marcan la posibilidad de precipitaciones intensas. Que la tormenta contenga granizo, aclaró, no significa que vaya a precipitar.

TENDENCIA

Para lo que resta del año, con una tendencia a dos o tres meses, se puede ir haciendo un pronóstico y desde agrometeorología se considera lo que ocurre con el Océano Pacífico, si se calienta o enfría que es lo que se conoce como los fenómenos del Niño o la Niña. También se observa el Atlántico sur.

“Si miramos el Pacífico los modelos internacionales están mostrando un leve calentamiento lo que podría llevar al desarrollo de un niño, a fines de la primavera o inicio del verano. El Niño no garantiza agua para la región pero sí nos aminora la posibilidad de que se repita la sequía de la campaña que pasó. Después tenemos una buena perspectiva si miramos la circulación del noreste influenciada por el Atlántico sur que está cálido, y vamos siguiendo el anticiclón que si se intensifica vamos a tener mayor entrada de humedad. Por ahora se ve una buena perspectiva para la región pampeana, pero hay que hacer un seguimiento con plazos menores porque hay factores que cambian al intensificar o moderar estas tendencias de mediano plazo”, consideró Belmonte.

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