En un análisis de lo que vendrá, los consultores de empresas y negocios del agro, Zorraquin + Meneses, anticiparon en su reciente informe que la «impresión es que en la campaña 23/24, si los pronósticos de año Neutro a Niño se confirman, se va a sembrar todo lo posible«.
Para llegar a esta conclusión la publicación más reciente de los consultores explica que se observa «una reducción en dólares de costos de producción (insumos y fertilizantes a la baja), que los precios (con altibajos) siguen competitivos, que nadie que arrienda le gusta perder un campo que ya tiene, porque los que tienen tierra propia seguramente están mejor financieramente, porque ante las elecciones se reaviva la posibilidad de una disminución a anulación de la brecha cambiaria y un ajuste en el tipo de cambio y porque, en definitiva, en nuestro país la agricultura es uno de los pocos negocios que han sostenido competitividad a lo largo de los años».
Por otra parte, se considera que el entorno macro no es alentador pero a los productores les tocará decidir si arriesgan.
En cuanto al valor de los arrendamientos, se esperan precios similares a los pagados este año, en cuanto a quintales de soja u otro producto. Pero habrá más certeza en la medida que se acerque mayo.