“Vamos a tener un fin de año bastante tranquilo en cuanto a las precipitaciones, pensando en el productor, con un escenario bastante parecido al de estos últimos dos meses”, dijo a RD Carlos Sotelo, licenciado en Ciencias de la Atmósfera.
Con las dos variables básicas para el pronóstico como son temperatura y precipitaciones, el especialista analizó lo ocurrido en los últimos 90 días para la zona norte de La Pampa. Sotelo observó que la temperatura fue en ascenso como ocurre en el inicio de la primavera pero con más episodios de registros cálidos, por arriba de lo normal. Esto se vio desde fines de agosto continuó con esas subas en octubre. En paralelo, el frío tuvo sus momentos fuera de lo habitual entre los últimos días de octubre y los primeros de noviembre.
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Acerca de la amplitud térmica, explicó: “Hubo mucha nubosidad en agosto, más de lo normal, y esto se repitió hacia fines de octubre y principios de noviembre. Es decir, que estamos teniendo un poquito menos de radiación llegando a la superficie de lo que se espera en estos momentos del año. Y puede estar relacionado con las precipitaciones”.
En cuanto a las lluvias, el análisis de los 90 días incluye buenas precipitaciones en la primera quincena de septiembre impregnando la humedad en las primeras capas del suelo, con una reposición en superficie por arriba de lo esperado para esa época del año. A medida que siguieron los días, con las precipitaciones de octubre, se mantuvo esta condición hídrica y por esa razón no hay un estado crítico en el norte pampeano como se puede observar en sectores del sur, hacia Macachín y Guatraché o peor aún para localidades donde faltan las precipitaciones desde hace varios meses.
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La proyección a futuro, entre noviembre y febrero, con base en las simulaciones realizadas muestra que las precipitaciones vuelven en la segunda quincena de noviembre logrando en el norte una recuperación de la humedad en las capas superficiales del suelo. Y diciembre seguirá igual sólo en sus primeros días para pasar a un período sin lluvias importantes hasta inicios de enero 2022. El nuevo año se espera lluvioso en la primera quincena y luego un febrero más tranquilo.
SIN HELADAS TARDÍAS
Con esos datos el año concluirá sin mayores problemas en relación a las lluvias. Al mismo tiempo, las heladas tardías no se esperan porque el sistema está firme en los patrones de circulación de primavera.
En cuanto a las temperaturas se prevé un repunte para inicios de diciembre, con un verano bien marcado y un enero caluroso llegando a registros por encima de la normalidad. Hacia febrero se espera una variabilidad mayor, y en la segunda quincena repunta con el calor.
“Vamos hacia un verano que inicia antes, a mediados de diciembre, y por un mes y medio se sostendrá con temperaturas por encima de lo normal de forma recurrente. Luego, un poco de más variabilidad en febrero”, afirmó.
Sotelo señaló que el productor deberá observar el manejo del cultivo, y hacia el sur de la provincia la irrupción de aire seco del noroeste que llega desde San Luis y San Juan que puede favorecer la evapotranspiración y llegar a quemar los cultivos. El equilibrio, y la expectativa, se daría entre las precipitaciones y el manejo de la humedad en superficie.
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