La decana de la Facultad de Agronomía de la UNLPam, Ana Urioste, consideró que se busca formar profesionales vinculados al agro y las necesidades del sector.
La decana recordó que la facultad tiene sede en Santa Rosa y funciona en un predio de 900 hectáreas ubicado a 10 kilómetros de la ciudad. Allí se hacen todas las actividades de docencia, extensión e investigación.
Las carreras vigentes son Ingeniería Agronómica (siendo la más antigua de la facultad), Licenciatura en Administración de Negocios Agropecuarios, Tecnicatura en Producción Vegetal Intensiva, Laboratorio Agropecuario (una opción a término que concluyó este año), junto con la Facultad de Veterinarias se organizó la Tecnicatura en Gestión y Tecnología de Alimentos que es evaluada en el Ministerio de Educación de la Nación.
Además, están las propuestas de posgrado con la Maestría en Producción Agropecuaria en Regiones Semiáridas que tiene categoría A de la CONEAU, este año se comenzó el dictado de otra maestría en Administración Agroalimentaria en conjunto con otra universidad de Bs. As. y con otras unidades académicas de la UNLPam (Veterinarias y Exactas y Naturales) un doctorado en Biociencia que es evaluado por la CONEAU.
Cómo definen la necesidad de recursos humanos, de capacitación, y las carreras de la facultad?
“Es un tema para toda al universidad, no sólo pensando en la Facultad de Agronomía con el sector agropecuario. Esa relación es complicada para gestarla y mantenerla, principalmente por los tiempos porque a las universidades nos cuesta mantener el vínculo con los graduados, que sirven para conocer las necesidades del agro. Lo que tenemos afianzados son los vínculos con las instituciones relacionadas con el campo, las estatales como las que dependen del gobierno con muchos proyectos conjuntos, y por otro lado, hay profesionales con los que nos acercamos por capacitaciones y proyectos conjuntos”, señaló. Otra mirada la aportan a su vez los docentes que ejercen como profesionales en el ámbito privado.
Urioste recordó que ahora hay un proceso de reformulación de los planes de estudio de la carrera, en todo el país, porque se han definido a nivel nacional las actividades reservadas a los ingenieros agrónomos. Esto significa hacer una revisión sobre esas definiciones. En el 2021 se va a realizar una reflexión del rol a futuro en la que participarán docentes y estudiantes.
Hoy muchos productores jóvenes son profesionales del agro?
”Es una realidad, no todos los estudiantes que llegan están vinculados familiarmente al agro, pero es cierto que muchos de los alumnos cuyas familias tienen una empresa agropecuaria cuando se reciben trabajan allí”, indicó.
Cómo se da la vinculación práctica con el agro?
“La extensión a empezado a cobrar importancia y fundamentalmente en la facultad, porque era un ámbito reservado a instituciones como el INTA con quienes ya trabajamos. Pero se ha dado ahora un acercamiento directo con los productores y entendemos que nuestro principal vínculo es a través de los profesionales, los graduados, y las organizaciones rurales.Ya sea pensando en producción vegetal como en la animal”, consideró.
Luego de atravesar un año particular, cuáles son las expectativas para el 2021?
“La comunidad universitaria toda, desde docentes, no docentes y graduados reaccionamos con el trabajo y fue un año productivo, porque pudimos adaptarnos, hacer muchas cosas y prepararnos para un 2021 que no sabemos si va a ser muy diferente. La realidad muestra qué hay riesgo sanitario y no sabemos si el próximo año será como este. Lo cierto es que estamos más preparados para afrontarlos y extrañamos la presencia lidiad porque también creemos que es necesaria en este tipo de carreras que necesitan actividades prácticas y que los estudiantes vuelvan al campo- escuela que es el ámbito de aprendizaje”, manifestó.
La decana dijo que pese a la pandemia las inscripciones en la facultad vienen bien, incluso con números similares a los años anteriores.