Para saber qué opina el sector agropecuario Amplificagro ideó un informe mensual que se refiere a los aspectos que afectan la producción, la toma de decisiones y la imagen de la realidad que sostiene el campo.
Uno de sus creadores es Hernán Satorre, licenciado en Economía con una especialización en Gestión de Proyectos, que hace 16 años trabaja para el sector agropecuario asesorando empresas en temas económicos, financieros, patrimoniales y organizacionales.
Amplificagro es un proyecto nuevo que cuenta hasta ahora con dos informes, y Sature explicó a RD: “Es una iniciativa que nace desde una inquietud, porque empezamos a observar con el equipo que hay una asimetría entre lo que el sector agropecuario aporta al país y a la economía y la incidencia que tiene en políticas públicas. Al estar esto desbalanceado iniciamos una propuesta para amplificar la voz del sector. Instalando los temas que le preocupan, relevando inquietudes, miedos, demandas y expectativas para poder compartirlos con el público en general”.
Con dos meses de análisis presentados, y ya llegando a una muestra de consulta de más de mil productores, el licenciado dijo que hay un gran impacto en los medios de comunicación difundiendo así el proyecto.
En los datos más recientes de Amplificagro se puede observar que la visión del sector sobre cómo está el país no es buena, sin embargo en lo personal la opinión fue más optimista. El entrevistado dijo: “Es algo que en el primer informe nos llamó la atención, y luego cuando empezamos a conversar con los productores y los empresarios aparecen respuestas que tienen un razonamiento”.
En primer lugar, hay una cuestión de distancia porque al preguntar sobre variables macro (que se ven más alejadas) al productor se le genera incertidumbre y entonces la negatividad como tendencia es mayor. Pero en cuanto a la situación personal al tener más variables de control, o al menos creer tenerlas, se reduce la percepción negativa. O sea hay más herramientas de gestión en los aspectos que dependen de la persona, cómo producir más o no hacerlo, usar un fertilizante, optar por un cultivo u otro, y así ver mejor el panorama cercano.
Además, hay otra realidad y es que el sector agropecuario más allá de haber bajado el nivel de actividad en medio de la cuarentena nunca dejó de trabajar. “El agro es una de las actividades escénicas es que tuvo la posibilidad de seguir trabajando y eso de alguna manera permitió que no se vea tan afectada la cadena de pagos ni la producción en sí misma”, explicó.
La visión del agro, y su incertidumbre, con qué se relaciona?
“No hay una monocausalidad, una sola variable que determina esta perspectiva o expectativa negativa. Lo que hay es una conjunción de cosas que la podríamos resumir como el riesgo político. En nuestro informe anterior, de septiembre, preguntamos cuál consideran los empresarios, los tomadores de decisión, que es el principal factor de riesgo, y listamos una seria de opciones y el primero fue el político. Recién en segundo lugar el clima, y eso recordando que en septiembre todavía no habíamos tenido las lluvias de las últimas semanas o sea que claramente estábamos en una sequía de un año Niña bien pronunciado.
Este riesgo tiene que ver de alguna manera con los hechos de inseguridad, vinculados a la propiedad privada, a la rotura de silobolsas, a las quemas, los vandalismos, a la pérdida de institucionalidad y la poca credibilidad de la Justicia, hechos que también se relacionan con variables macroeconómicas como el tipo de cambio. A su vez hay cuestiones impositivas, por ver señales desde el gobierno cuando se dice que no van a bajar el gasto público y hay que incrementar los ingresos, pero para eso sin que el Estado produzca se le da a enternecer al productor que se van a subir los impuestos. Incluso hay anteproyectos que buscan aumentar la presión impositiva, para las empresas en general y en particular a la del agro”.
Para el sector es más fácil responder este tipo de encuestas que le dan anonimato antes que recurrir a sus instituciones y representantes?
“En el estudio de octubre relevamos primero la imagen del sector agroindustrial, que fue en un 26.4% negativa y tuvo nada más que 17% de positividad, y mucha gente se abstuvo de contestar o simplemente no sabía la respuesta porque desconocía el Consejo Agroindustrial. Cuando le preguntábamos si se siente representada por las propuestas del consejo el 45% contestó entre poco o nada. Pero también consultamos esto sobre las entidades gremiales y un porcentaje similar (47%) dijo que se sienten poco o nada representados. Por lo tanto hay un componente de representatividad donde ellos buscan alzar la voz, y por eso Amplificagro es una plataforma en la que pueden expresar su opinión. Otra pregunta para las personas que se sienten poco o nada representadas es saber si están participando de alguna entidad gremial o del Consejo Agroindustrial, porque no es lo mismo decir que no se sienten representados pero tampoco se involucran a decir que participan y no se sienten igualmente representados”.
Qué deja como positivo esta evaluación?
“Muestra unas ganas de hacer y de alguna manera generar reglas claras para poder producir. Hay una demanda concreta de los empresarios agropecuarios para que se estabilicen algunas reglas de juego y se den las condiciones para seguir produciendo.
En otro punto, cuando preguntamos si veían posible un acercamiento del sector con el gobierno, estuvimos relevando y vimos que hay una intención clara de generar un acercamiento y buena relación con el gobierno. O sea lo ven como poco probable pero quieren que ocurra.
Y los motivos para que esto no pase no los encuentran dentro del sector, como que ellos no quieren, si no que creen que hay un factor exógeno”.