El promedio de rentabilidad lechero fue del 2.7%

OCLA analizó el promedio de rentabilidad regional de leche en las zonas productivas del país, concluyendo que en noviembre se llegó a un 2.7%, siendo un porcentaje que viene en descenso desde agosto.

El gráfico compara el Ingreso al Capital generado por el Caso Modal Promedio Ponderado con el Capital Promedio Operado (tierra, animales, maquinarias, bienes de uso y circulante), y da una tasa de rentabilidad del 2,7%. La rentabilidad ponderada de las diez regiones por estrato es de 0,4%, 2,2% y 4,9% para el chico, mediano y grande, respectivamente.

En función a la lectura de los números que nos aporta INTA, la rentabilidad se redujo 0,5 puntos porcentuales respecto al mes anterior. El precio SIGLeA se incrementó el 2,0% intermensual y el 84,0% interanual, el costo lo hizo el 3,8% y el 63,7%, respectivamente. Por su parte el tipo de cambio subió 2,1% respecto al mes anterior y el 63,9% respecto a igual mes del año anterior, en lo que respecta a la inflación fue del 4,3% y el 52,1% en la comparación mensual y anual. El costo de producción se vincula en diferentes proporciones con estos tres componentes: leche (mano de obra de ordeño y alquileres, por ejemplo), inflación (para algunos bienes y servicios no transables en el exterior) y variación en el dólar (semillas, agroquímicos, fertilizantes, suplementación, tasa de interés, etc.).

La rentabilidad promedio de los 11 meses de 2019 fue del 4,9% y la de igual período del año anterior fue de -0,3%.

Si suponemos un tasa de rentabilidad exigida al capital del 5%, se debería generar un Ingreso Neto de $ 22.005/ha./año ($ 308.443 mensuales sobre la superficie considerada), que dividido por los 7.950 litros de leche de productividad promedio, deberían generar un ingreso neto unitario de $ 2,77/litro de leche. Por lo tanto el Precio de Equilibrio sería en este supuesto de $ 17,93/litro de leche ($ 15,16 de Costo Total + $ 2,77 de Rentabilidad al Capital), unos US$ 0,30/litro.

Análisis por Región y por Estrato Productivo

Cuando se analiza cada región y cada estrato pueden observarse diferentes realidades referidas a los niveles de productividad y eficiencia, y aunque tamaño no es sinónimo de eficiencia, los tambos de los estratos más grandes son los que generalmente presentan menores costos, mejores precios y mayores tasas de rentabilidad.