“Las royas que se vienen en cultivos de trigo, centeno y triticale. Porque hace dos o tres campañas hay problemas con la roya amarilla, que sabemos que se puede llevar hasta la mitad del rendimiento de un lote y la recomendación es estar atentos”, dijo Andrés Corró Molas, ingeniero a cargo de la AER General Pico de INTA.
Alentando a realizar los monitoreos explicó que en las primeras infecciones se ven plantas aisladas con alguna hoja muy afectada. Después viene una etapa en la que se ven manchones en el lote porque la roya amarilla tiene una distribución agregada, o sea agrupada y no generalizada. En ese momento hay que tomar decisiones en los cultivares susceptibles.
“Después ya se generaliza y afecta todo el lote. El problema de la roya es que es muy rápida en la afectación y si no se está preparado, con monitoreos a tiempo y las máquinas listas entre días de viento y problemas con el aplicador demorarse una semana es muy grave porque se pierden muchos kilos”, consideró.
No hay que dejarse estar porque esta es una época crítica para este problema, aconsejó. La secuencia es roya amarilla, roya anaranjada y la del tallo es la última. Pero la primera es la de mayor gravedad. La anaranjada ha tenido algunas variaciones en el norte sobre las que hay que estar alerta.
En el norte pampeano las condiciones de humedad, con cuatro a seis horas de rocío pese a no tener lluvias y con el incremento de temperatura avanza. Ahora estaba en Santa Fe y se veía un avance importante de la roya que justifica dar una advertencia en La Pampa, indicó.
Hace dos campañas, recordó, hubo un cambio repentino en la roya amarilla. Ahora se hizo experiencia y con dos campañas ya se caracterizo el comportamiento sanitario.