Más eficiencia y no sólo crecer en stock

«Yo apuntaría más las políticas de la provincia hacia una recría y una invernada que a fomentar el número de vientres, aumentando la cantidad de terneros y los kilos por animal faenado», afirmó González.

Consultado sobre la situación ganadera, Andrés González, tesorero de la SR de G. Pico, dijo que si bien el productor piensa a futuro ahora hay un buen presente. Recordó que este año después de la sequía hubo un retraso en la siembra de pasturas y verdeos. “Lo que se ve es que también nos vamos a quedar sin campo dentro de poco porque las pasturas de principios de año, implantadas desde abril, se van a retrasar para el consumo que quedará entre agosto y septiembre cuando se podrá ingresar los animales”, agregó. En cuanto a la oferta, más allá de lo que puedan pagar los frigoríficos, señaló que el precio del gordo está influido por una gran oferta de hacienda y eso condiciona la suba.

Por otra parte, recordó que la ganadería necesita la presencia del productor en el campo, y González resaltó que es una actividad que genera arraigo porque la hacienda necesita la atención del productor o sus empleados, pero también porque requiere proveedores cercanos para una relación directa y en corto tiempo. 

Uno de los puntos importantes que González destacó de la reciente jornada realizada en la rural piquense fue la precisión. “Hay que medir, tenemos que medir para resolver, tomar decisiones, ver de continuar con esas buenas decisiones y mejorarlas. Sino sólo son cuestiones subjetivas. Hay que comparar los resultados productivos y económicos”, afirmó. En la agricultura, consideró, es posible que los datos sean más sencillos de obtener, en ganadería el proceso es más lento pero igual es necesario.

Acerca de la realidad ganadera de la provincia, y el incremento de ganado reportado desde Senasa, González coincidió con el aumento y refirió que hace unos cinco años que se observa el crecimiento. Sin embargo, al referirse específicamente al número de vientres, explicó que en su opinión la primera impresión es decir “que bueno porque se incrementa la cantidad de fábricas de terneros”, pero también recordó que con la misma cantidad  de vacas se podría apuntar a lograr eficiencia y así una mayor cantidad de terneros y más kilos de carne por cada animal.

“Yo le veo una contra a tener más vacas, no en el este de la provincia que tiene otra realidad, pero sí pienso que no es conveniente en una zona marginal o semiárida como es nuestro caldenar. Porque hemos tenido ya experiencias ante una faltante de lluvias cuando la categoría que más sufre es la vaca parida, que con un verano muy seco puede verse perjudicada. Y además no se puede trasladar al animal, si uno tuviese más proporción de recría quizás puede vaciar el campo de forma rápida sin afectar los índices de preñez. Yo apuntaría más las políticas de la provincia hacia una recría y una invernada que a fomentar el número de vientres, aumentando la cantidad de terneros y los kilos por animal faenado”, indicó.

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