La tecnología desarrollada por el INTA y la empresa DeLaval cumple 10 años. Fruto de un convenio público-privado, el tambo robotizado tiene gran adopción por parte de los productores y logra altos indicadores de eficiencia productiva.
Esta propuesta técnica inédita a nivel mundial se pudo ver en el stand de la Secretaría de Agricultura del Ministerio de Economía, en la megamuestra que se realizó esta semana San Nicolás, Buenos Aires.
Miguel Taverna, -especialista del INTA Rafaela, Santa Fe- no dudó en subrayar que “gran parte de los productores que incorporaron tecnología robótica visitaron e interactuaron con este proyecto. Actualmente en la Argentina hay más de 400 robots en funcionamiento y se prevé alrededor de 1.000 al final de 2025”.
En esta línea, señaló que, en 10 años, el tambo recibió más de 5.000 visitas de productores, estudiantes, profesionales y público general. “Hoy más del 15 % de los tambos de la Argentina disponen parcial o totalmente de algunas de las tecnologías evaluadas de diferentes marcas comerciales”, indicó Taverna.
A su vez, el referente del INTA explicó que este sistema logra altos indicadores de eficiencia productiva y que, además, el tambo funciona bajo conceptos que contemplan el bienestar de los animales y la sostenibilidad ambiental. “Las vacas se mueven voluntariamente dentro de un sistema de producción que combina pastoreo con encierre en corrales a cielo abierto, donde se suministra la PMR. Este planteo técnico resulta inédito a nivel mundial”, indicó.
El sistema emplea robots de ordeño que interactúan directamente con las vacas, guiadas voluntariamente mediante puertas inteligentes hacia el área de ordeño o zonas específicas del establecimiento. «Las vacas aprenden rápidamente el recorrido porque asocian el ordeño con el confort y el alimento, lo que facilita su tránsito y mejora el bienestar animal«, destacó Taverna.
De acuerdo con el especialista, el sistema de producción permite acceder mensualmente a datos detallados sobre indicadores clave. “Cada mes se publica un informe donde se presentan parámetros productivos, calidad de leche, sanitarios, reproductivos y se describe la dieta consumida por vacas en ordeño. Se complementa con una serie de indicadores ambientales que muestran la eficiencia en el uso del agua y electricidad, la generación de biofertilizantes y su utilización agronómica, entro otros”, puntualizó.