El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en enero de 2025 en un promedio de 24,9 puntos, es decir, 2,1 puntos (un 1,6 %) por debajo del nivel revisado de diciembre.
Los descensos en los índices de precios del azúcar, los aceites vegetales y la carne compensaron con creces los aumentos en los de los productos lácteos y los cereales. El índice general se ubicó 7,3 puntos (un 6,2 %) por encima de su nivel de hace un año, aunque se mantuvo 35,3 puntos (un 22,0 %) por debajo del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022.
» El índice de precios de los cereales de la FAO alcanzó en enero un promedio de 111,7 puntos, esto es, 0,3 puntos (un 0,3 %) más que en diciembre, pero aun así se encuentra 8,2 puntos (un 6,9 %) por debajo del nivel registrado un año antes. Los precios del trigo para la exportación registraron una caída muy ligera en enero, con pocos movimientos durante el mes. Si bien los precios se vieron deprimidos por la debilidad de la demanda de importaciones, que provocó la ralentización de las ventas para la exportación en varios de los principales países exportadores, se vieron sostenidos gracias a la mayor escasez de la oferta en la Federación de Rusia y las condiciones desiguales de los cultivos de invierno en algunas partes de los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia y la Unión Europea. Los precios mundiales del maíz aumentaron en enero y superaron los niveles alcanzados un año antes por primera vez en dos años. La presión al alza en los precios obedeció a la escasa oferta estacional, a las condiciones desfavorables en la Argentina al finalizar la siembra, al lento avance del cultivo principal del Brasil (safrinha), sumados a la revisión a la baja de los pronósticos sobre la producción y las reservas de maíz en los Estados Unidos de América. En cuanto a otros cereales secundarios, aumentaron los precios mundiales del sorgo y la cebada, aunque la subida de la cebada fue solo marginal. Por su parte, el índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz disminuyó un 4,7 % en enero, ya que la abundancia de suministros exportables y la competencia entre los exportadores siguieron presionando a la baja los precios.
» El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO registró en enero un promedio de 153,0 puntos, es decir, 9,1 puntos (un 5,6 %) menos que el mes precedente, aunque se mantuvo un 24,9 % por encima del nivel de hace un año. La disminución se debió principalmente a la bajada de los precios mundiales de los aceites de palma y colza, mientras que las cotizaciones de los aceites de soja y girasol se mantuvieron estables. Tras subir por siete meses consecutivos, los precios internacionales del aceite de palma disminuyeron respecto de sus niveles máximos de varios años, en gran medida debido al racionamiento de la demanda, mientras que los precios del aceite de colza se contrajeron moderadamente a principios de 2025. Por el contrario, las cotizaciones de los aceites de soja y girasol se mantuvieron estables y se vieron respaldadas, respectivamente, por la preocupación acerca de las condiciones meteorológicas desfavorables en algunas partes de los países productores de soja de América del Sur y la gran demanda mundial de importaciones.
» El índice de precios de la carne de la FAO* se situó en enero en un promedio de 117,7 puntos, esto es, 1,7 puntos (un 1,4 %) menos que en diciembre y se mantuvo 8,9 puntos (un 8,1 %) por encima del nivel de hace un año. El descenso se vio impulsado por la disminución de los precios internacionales de las carnes de ovino, cerdo y aves de corral, que contrarrestó los aumentos de las cotizaciones de la carne de bovino. Los precios de la carne de ovino se redujeron al disminuir la demanda tras las fiestas de fin de año. Del mismo modo, disminuyeron los precios de la carne de cerdo debido a la reducción de las cotizaciones en la Unión Europea, donde un brote de fiebre aftosa en Alemania hizo que varios de los principales países importadores impusieran prohibiciones a la importación, lo que tuvo como consecuencia una abundante oferta excedentaria que se vio agravada por los atrasos derivados del cierre de los mataderos durante las vacaciones de invierno. Por su parte, los precios de la carne de aves de corral se redujeron a raíz de la abundancia de la oferta, en particular del Brasil, donde la competitividad de los precios de los piensos favorecieron la producción. Por el contrario, subieron los precios mundiales de la carne de bovino, como resultado de una fuerte demanda sostenida de importaciones en los principales mercados.
» El índice de precios de los productos lácteos de la FAO alcanzó en enero un promedio de 142,9 puntos, es decir, 3,3 puntos (un 2,4 %) más que en diciembre de 2024 y 24,3 puntos (un 20,4 %) por encima de su valor de hace un año. Las cotizaciones internacionales del queso fueron las que más aumentaron (un 7,6 % intermensual), como consecuencia de la subida de la demanda mundial de importaciones en un contexto de lenta recuperación de la producción e importantes ventas internas al por menor en los principales países productores. Por el contrario, los precios internacionales de la mantequilla siguieron disminuyendo, pese al aumento de la demanda de los elaboradores de alimentos en Europa y Oceanía. Los precios internacionales de la leche desnatada en polvo y la leche entera en polvo también disminuyeron, como resultado de la recuperación de la producción en Europa y el escaso dinamismo de la demanda interna y de importaciones.
» El índice de precios del azúcar de la FAO registró en enero un promedio de 111,2 puntos, esto es, 8,1 puntos (un 6,8 %) menos que en diciembre y 25,2 puntos (un 18,5 %) por debajo del valor de hace un año, con lo que alcanzó su valor más bajo desde octubre de 2022, cuando ascendió a un promedio de 108,6 puntos. El descenso de enero obedeció principalmente a la mejora de las perspectivas sobre la oferta mundial para la campaña de 2024/25 en curso, tras un clima en general favorable en el Brasil en los últimos meses que benefició a los cultivos de caña de azúcar que se cosecharán a partir de abril de 2025. Además, la decisión del Gobierno de la India de reanudar las exportaciones de azúcar tras haberlas limitado desde octubre de 2023 ejerció una presión adicional a la baja en los precios mundiales del azúcar.