Algunas consideraciones sobre las malezas para el girasol

La ingeniera Jorgelina Montoya (INTA) fue parte de una jornada virtual sobre Manejo de Malezas en Girasol, de Atanor, y se refirió a las estrategias necesarias para planificar una nueva siembra.

Con base en los resultados de la campaña 2023/ 2024, sobre las zonas cultivadas del país que fueron 1.800.000 hectáreas, y los registros de años anteriores se desarrolló días atrás la charla virtual.

La profesional indicó que los rendimientos anduvieron entre 1.400 hasta 2.200 Kg/ ha, con un total de 3.6 millones de toneladas. «El manejo de las malezas es determinante para poder lograr los mejores rendimientos posibles en cada una de las zonas agroclimáticas«, destacó.

El área girasolera es amplia, pero desde Anguil se trabaja en una región con textura de suelos franco- arenosos y otras características a tener en cuenta al momento de aplicar herbicidas, afirmó. Además de tener en consideraciones las precipitaciones (que decrecen desde el noreste al suroeste) y las temperaturas. Todo esto afecta las fechas de siembra, por lo que la siembra del girasol en esta región se da desde fines de septiembre hasta noviembre.

Montoya señaló que el tema de los barbechos es importante para acumular agua y nutrientes en el perfil. Siendo esa reserva de agua la responsable de abastecer el 50% de las necesidades del cultivo durante el ciclo del girasol.

La ingeniera destacó las malezas presentes en la zona (invernales y estivales) entre las cuales algunas ya están mostrando resistencia a muchos productos. Durante el barbecho se hace manejo de las invernales, y una que requiere atención permanente es Rama Negra porque es acotado (en relación al girasol) las opciones de herbicidas a aplicar. Los flujos de emergencia se dan tanto en verano como en época invernal, agregó, porque todo depende de las precipitaciones en cada estación.

Para el verano hay que estar enfocados en las amarantáceas, con interés específico porque son complejas en su manejo y hay que hacer «intervenciones estratégicas tempranas» con la maleza en plántula y sabiendo utilizar los herbicidas residuales. «A mediados de octubre se ve la emergencia de Amaranthus palmeri», indicó.

Otra especie que se ve y surge en forma densa es chloris virgata, con un avance desde hace años, sin lograr resolver el problema. Esta especie requiere controles porque es muy tolerante a los herbicidas a medida que se desarrolla y tiene muchas posibilidades de rebrote. Es importante identificar los primeros cotiledones y colocar los herbicidas más adecuados.

En cuanto a la morenita, manifestó que es común en la zona sin embargo en los últimos años la cantidad de consultas aumentó, considerando que su mayor dificultad se asocia al girasol porque la resistencia de algunos biotipos a herbicidas como imidazolinonas, glifosato y otros productos se ha ido comprobando. Con respecto al cardo ruso agregó que también están viendo esta situación.

Montoya manifestó que las estrategias, deben ser pensadas desde junio – julio en los barbechos largos, mientras que en el barbecho corto se ve la residualidad de los antecesores. Con manejos pre y post emergencia, según el producto a utilizar. La especialista se refirió además a la fitotoxicidad, situación de sequía extrema como en la campaña anterior, control de PH y otros parámetros del suelo, mientras fue nombrando las experiencias con diferentes productos utilizados en los lotes de girasol, dando así un panorama actual del manejo de malezas en la zona.