«La carne y la hacienda atrasan respecto de la creciente inflación. También los costos empresarios continúan aumentando. El mercado está bien abastecido. Pero no se observan respuestas concretas a los varios problemas de la cadena«, consideró Daniel Urcía, vicepresidente de Fifra.
El vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas explicó que recientemente se conoció el nuevo índice de febrero que fue de 6,6%, y cómo la corrección de los valores de la hacienda y por ende de la carne ocurrió también el mes pasado. Pero el principal punto de asombro sobre la inflación fue que se viera al precio de la carne como un indicador de la suba.
«A modo de ejemplo, debemos recordar que en julio de 2022 el índice de precios fue de 7,4% y en agosto de 7%, sin incidencia alguna de la carne, por el contrario, su valor sirvió de ancla, al igual que el resto de los meses«, comentó.
Urcía analizó que no se debe mirar la recomposición de precios que hubo en febrero como parámetro, sino el cambio el interanual que demuestra que la carne está por debajo de la inflación que informan los organismos oficiales.
De hecho, la hacienda y la carne aumentaron en torno al 75% cuando la suba de precios acumulada en 12 meses es de 102,5%.
«Dijimos que era posible que hubiera una necesaria pero fuerte recomposición y luego un amesetamiento de los precios. En efecto, con posterioridad a los incrementos que se dieron entre la última semana de enero y la primera quincena de febrero, llevamos ya tres semanas de estabilidad en los valores del ganado, pero el resto de los costos continúan subiendo: combustibles al 4% mensual, por ejemplo», indicó.
Por otro lado, recordó que el clima no está colaborando con la actividad ganadera, sobre todo al pensar en pasturas y granos que afectan el manejo y la alimentación del rodeo. Previendo que pronto esta será la causa de un aumento en la oferta de hacienda para la faena, lo que se sentirá en una disminución del peso promedio por res lo que impactará en la disponibilidad de ganado y carne en el segundo semestre o en el próximo año.
En este momento, afirmó, el mercado está abastecido y la faena de febrero ascendió a casi 1.050.000 animales. Con 18 días hábiles de actividad el promedio fue de 58.000 animales por día. Es decir que, pese a la recomposición de precios, el mercado doméstico estuvo debidamente abastecido.
En tanto, la faena de porcinos también sostuvo su actividad con un volumen de 577.190 cabezas enviadas a los frigoríficos.
El cuanto, al mercado internacional, no se evidencia una recuperación de los valores a los niveles del primer semestre del año anterior y, en dólares oficiales, la materia prima argentina es la más cara de la región, situación que, junto a la vigencia de cortes prohibidos y retenciones, restan competitividad al sector.
«Al escenario descripto, de por sí complejo, tenemos que agregar que el valor de los subproductos de faena (cuero, menudencias, sebo y hueso) están en sus niveles más bajos. Seguimos insistiendo en que se quite el régimen de derechos de exportación para los cueros, sabemos que eso los están analizando los funcionarios del ministerio de Economía, pero no hay visos de resolución inmediata«, consideró.
De los pedidos de modificación de la alícuota de IVA para el servicio de faena tampoco hubo novedades que se concreten por la parálisis de los tratamientos legislativos.