El alambrado eléctrico es una herramienta incorporada al campo pampeano, pero todavía se debe trabajar sobre su correcta instalación y la adaptación del sistema a cada establecimiento.
Luis Rhades, profesional del área de producción y sanidad animal del INTA Anguil, es reconocido como capacitador y consultor para instalación de alambrado eléctrico en la provincia, considerando la importancia de esa herramienta en la producción de forraje y pasturas explicó a RD cómo se está trabajando en territorio.
El entrevistado señaló que, dentro de la planificación para el uso eficiente de los recursos y pensando en rentabilidad, el productor debe convertir su inversión de pasturas en litros de leche o kilos de carne entonces debe promover una mayor eficiencia del consumo de forraje. Lo puede conseguir a través de un sistema que le permita alta carga instantánea en el lote, observando alimento disponible y carga animal. «Para que esa hacienda no elija el pasto y coma todo lo que hay con alta eficiencia en el consumo. Para que, de unos 100 kilos de materia seca que haya disponible se llegue a comer hasta el 70%. Eso se logra con divisiones y rotación«, explicó.
En la comparación de otras estructuras que permitan delimitar las parcelas, Rhades manifestó que los costos influyen. «Si un alambrado convencional de siete hilos, con materiales y mano de obra, ronda en un millón y medio de pesos para abarcar mil metros, un alambrado eléctrico de un hilo se puede lograr por uno 300 mil pesos. Por lo tanto, este último se vuelve una opción ideal para el manejo de pasturas sembradas. Se usa además en campos de cría con pasturas naturales«, afirmó.
La instalación consta de un boyero, o un equipo electrificador, que se conecta a una línea de alambre con aislación adecuada, que para ser eficiente debe tener no menos de 4.000 voltios a lo largo de todo su tendido. Con este voltaje, aclaró, los animales tienen una sensación desagradable al contacto pero sin que les cause daños en su cuerpo.
Se logra un circuito eléctrico abierto, con la electricidad que fluye por el alambrado, que pasa al punto de contacto, luego al suelo y retorna a través de una jabalina (o entrada de tierra). La cantidad de jabalinas es un detalle importante, porque a mayor potencia se deben incluir más jabalinas para garantizar que el sistema es eficiente. Un equipo chico, en cuanto a los metros de alambrado que puede proveer, tendría una potencia de un joule y precisa tres jabalinas enterradas con un largo de dos metros de profundidad, mientras que un electrificador de diez joules requiere diez jabalinas interconectadas.
SISTEMAS DE BUENA ADAPTABILIDAD AL CAMPO
El técnico agregó, que en bovinos, porcinos, caprinos u ovinos el alambrado eléctrico se aplica con cierta educación. Porque los animales aprenden desde pequeños que no se debe tocar el alambre. Además, el alambrado se puede adaptar a las necesidades y condiciones particulares del campo.
Los usos del alambrado eléctrico son amplios porque no sólo limitan al acceso de los rodeos a las pasturas. Se puede pensar como un sistema para resguardar los silobolsas que almacenan granos ante la entrada de roedores, animales silvestres o incluso el mismo ganado. Para proteger a la hacienda de los depredadores, o para resguardar los campos con cultivos del ingreso de jabalíes. En parques nacionales de Asia y África son usados para contener a grandes mamíferos, en Australia se utiliza para evitar el ingreso de los dingos (que son una especie protegida) en los predios de producción ovina, Brasil lo implementó en zonas donde se debe convivir con la fauna autóctona y existen felinos peligrosos. Estas son demostraciones de que es una opción segura y económica, analizó.
Rhades comentó que el alambrado eléctrico lleva varias décadas en el país y es un sistema difundido en la provincia, pero desde el INTA se procura que su instalación sea adecuada.
Colocando el equipo en un panel, con una altura adecuada, verificando la potencia de la línea y observando las características del lugar como el tipo de suelo y su incidencia en el retorno de la corriente por tierra.
«Es un sistema que en cualquier circunstancia se puede usar: Sí, pero hay que saber utilizarlo«, concluyó.