Estrategias para evitar la compactación por laboreos

El resultado de ensayos e investigación publicado en Notas Agrícolas N°6 por la Facultad de Agronomía de la UNLPam aporta datos interesantes para productores y profesionales ante la compactación de suelos por uso de maquinarias.

En el artículo titulado: Compactación del suelo: ¿Cómo reducirla durante las labores en
cosecha de soja y girasol?, Guido Botta y Ezequiel Rivero, de la Cátedra de maquinaria agrícola, se plantean la relación entre el manejo de laboreos agrícolas con maquinarias y la compactación del suelo que repercute en la productividad de los lotes.

«Un problema que tiene el productor agropecuario tanto en nuestro país como en el resto del mundo es la
compactación del suelo debido las altas intensidades de tránsito de la maquinaria agrícola aplicadas al suelo en la totalidad de labores durante las campañas de los cultivos. Cuando hablamos de intensidades de tránsito nos referimos tanto al peso total del equipo utilizado, a la totalidad de kilómetros transitados sobre el suelo productivo durante cada ciclo del cultivo y a la superficie de suelo sobre la que aplicamos dicho tránsito», explican los autores.

La compactación se produce en el suelo cuando se pierde el espacio poroso debido al paso de la rueda de la maquinaria agrícola y las labores. Como consecuencias se pueden enumerar: Aumento de la densidad del suelo, reducción de la infiltración de agua, reducción del crecimiento de las raíces de los cultivos y degradación del suelo. El impacto del tránsito de la maquinaria agrícola, también, está relacionado a la capacidad portante del suelo, es decir a la capacidad de que tiene el suelo de soportar el tránsito.

«Se creyó durante bastante tiempo que un suelo trabajado en forma continua sin remoción tenía la capacidad de soportar el pisoteo de la maquinaria, pero el aumento del peso de las mismas está demostrando lo contrario.
En esta nota técnica nos vamos a ocupar de analizar la compactación por tránsito en dos cultivos de verano muy importantes en nuestro país: la soja (Glycine max L.) y el girasol (Helianthus annuus L.)», explica el artículo.

Como base se tienen los datos de dos ensayos, realizados en distintas zonas (diferentes suelos, cultivos, temperaturas y régimen hídrico) de la provincia, donde se puede ver que el alto peso de la maquinaria afecta el subsuelo compactándolo a profundidades importantes, siendo dicha compactación acumulativa y de muy difícil solución. Al mismo tiempo, se demostró que dos cultivos muy diferentes como lo son la soja y el girasol han sido afectados de la misma manera por los altos pesos, elevadas presiones de contacto rueda suelo, elevadas presiones de inflado de los neumáticos e importante pisoteo de los lotes.

Algo no menor, señala el análisis, es que suelos con 15 y 16 años de trabajo continuo bajo la técnica de siembra directa no han sido capaces de soportar la carga aplicada por equipos muy difundidos o comúnmente utilizados en nuestra región productiva.

OPCIONES A CONSIDERAR

Como propuesta fina se indica que es muy importante para no llegar a valores de compactación tales que atenten contra la conservación de recurso suelo y para ello se debe:

  • Controlar presiones de inflados de los neumáticos según la labor a realizar.
  • Uso de neumáticos más anchos con bajas presiones de inflado.
  • Manejo de lastres del tractor agrícola.
  • Planificación del tránsito en las labores de cosecha.
  • En lo posible alinear las ruedas del tractor con las de los carros de granos.
  • Descargar las cosechadoras en las cabeceras.
  • Tratar de no transitar los lotes con alta humedad del suelo y tratar de no hacer pasadas innecesarias.

Hay que tener en cuenta que el 80 a 85% del daño por compactación del suelo se produce con la primera pasada de los neumáticos por este motivo sería importante ir pensando en una transición a la utilización, al igual que en Australia, de la técnica de tráfico controlado.

Fuente: Notas Agrícolas N°6