Se trata de un estudio único e inédito en la historia de nuestro país, en el que 45 científicos argentinos, coordinados por la Red de Seguridad Alimentaria del CONICET, han relevado el nivel de sustentabilidad actual de la ganadería argentina.
Desde el IPCVA hemos asumido esta problemática como uno de los aspectos centrales, no sólo por el convencimiento de que la sustentabilidad de nuestra producción será cada vez más una demanda central de los mercados y de los consumidores, sino por el compromiso y la responsabilidad que deben mostrar todos los sectores productivos respecto del cuidado de nuestro planeta y de su preservación para las futuras generaciones.
Es por ello que el informe “Carne Argentina, Carne Sustentable” que le acercamos constituye una herramienta fundamental para el análisis de la sustentabilidad de una de las cadenas más virtuosas de la economía nacional, una de las más arraigadas en todo el país y una de las más prestigiosas en todo el mundo.
Según el informe: “A cinco años del Acuerdo de París (COP21) firmado por 174 países más la UE con el compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la pandemia de Covid19 causó en 2020 una caída temporal (entre 5-10 %) de las emisiones globales, demostrando el fuerte peso de las actividades humanas que se vieron reducidas en dicha ocasión como ser: industria, transporte, generación de energía eléctrica entre otros y no imputables a otras actividades que permanecieron sin modificación como ser la ganadería vacuna. Este evento pandémico no programado puso en evidencia que es necesario producir cambios estructurales de envergadura para limitar el aumento de la temperatura media global a no más de 1,5°C respecto al período pre-industrial. El cumplimiento de esa meta exige des-carbonizar la atmósfera a través de una transición que guíe al planeta hacia una economía carbono- neto cero, en la cual la emisión de carbono no debe superar la mitigación”.
También se destacó que la ganadería de carne aporta un 16% de las emisiones totales nacionales. La categoría fermentación entérica del ganado vacuno aporta la mayor proporción dentro de las emisiones del sector agricultura, ganadería, silvicultura y otros usos de la tierra (AGSOUT1).
El informe concluye con una serie de recomendaciones, que pueden agruparse en dos grandes ejes estratégicos, para los cuales se resumen algunas acciones relevantes pensando en: Modificar rutinas de operaciones hacia rutinas de producción -primarias e industriales- que mitiguen los efectos ambientales. Y el fortalecimiento de los Sistemas de Medición y Evaluación de impactos ambientales (a nivel sectorial y/o empresarial).