La mercadería era transportada sin las condiciones de salubridad necesarias. El camión provenía desde Buenos Aires hacia Centenario y no estaba habilitado para este tipo de cargas.
Un camión sin habilitación ni equipo de refrigeración, en la caja y tapadas solo con una lona, se transportaban 228 planchas de asado con hueso con un peso de 2508 kilogramos y 51 cajas de menudencias de 665 kilogramos.
Por esta razón, en resguardo de la salud de la población y en cumplimiento de la normativa vigente, ayer personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) decomisó y destruyó toda la carga.
“La mercadería oculta fue detectada en la Ruta Nacional 22 a la altura de Allen, localidad donde se realizó la interdicción”, describió el supervisor de la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica, Guillermo Amerio. Además, indicó que “posteriormente se escoltó al vehículo hasta un establecimiento oficial de Senillosa donde destruimos la mercadería”.
El cargamento oculto viajaba desde Buenos Aires hasta Centenario, sin la documentación sanitaria que respalde el movimiento y junto a bolsas de harina y cartones.