Con base en los 30 años de experiencia del Centro Binacional Argentino-Brasilero de Biotecnología (CABBIO), los Ministros de Ciencia de Argentina, Brasil y Uruguay crearon un Centro Latinoamericano que promueve la regionalización de la cooperación en la materia.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, firmó el Memorándum de Entendimiento para la Creación del Centro Latinoamericano de Biotecnología (CABBIO), con sus contrapartes en Brasil y Uruguay.
El objetivo del Memorándum es la latinoamericanización de las actividades llevadas a cabo por el Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología, que es su antecedente directo y en el marco del cual -desde su creación en 1986- se llevan adelante actividades de formación de doctorandos, doctorandas y estudiantes en el área de la biotecnología. En este sentido, a través del acuerdo se busca potenciar los recursos científicos y tecnológicos de la región en el ámbito de la biotecnología, con el fin de proporcionar una mayor independencia tecnológica a los países.
Durante la firma del Memorándum, Salvarezza remarcó la importancia de este acto “tan merecedor ya que desde el 2011 Uruguay está participando de forma activa en el Centro y es realmente el lugar que le corresponde”. Destacó, además, el hecho de que un instrumento concebido inicialmente como binacional se transforme en un instrumento regional y con ideas de extenderlo a Latinoamérica.
“Creo que el CABBIO es un modelo sobre el cual se han basado otros centros binacionales que se han construído en la región y al que todos aspiran”, afirmó Salvarezza en relación a su trayectoria de más de 30 años, y que “indica la importancia que tiene el Centro en una actividad que hoy en día se vuelve central”.
La creación del Centro Latinoamericano de Biotecnología se hace posible luego de más de 30 años de actividad continua del Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología (CBAB/CABBIO). Esta cooperación bilateral entre Brasil y Argentina ha tenido excelentes resultados a través de cursos, proyectos conjuntos de investigación y actividades de interés común que han sabido utilizar la infraestructura de instalaciones físicas existentes en cada país; y que se traducen, entre otras cosas, en la participación de 6500 estudiantes en el marco de 490 cursos y 140 proyectos trinacionales organizados hasta 2019.