Pensar en la trazabilidad electrónica por su potencial

Mariana Irisarri, licenciada en Administración Agropecuaria, pudo ver los comienzos de la trazabilidad electrónica en Australia y ahora se anticipa a lo que ocurrirá en nuestro país desde marzo 2025.

Hace varios años que, radicada en Córdoba, es productora agropecuaria junto con su esposo César Opizzo y llevan adelante la cabaña Renancó Limangus en un campo de la localidad de Huinca Renancó

En diálogo con RD contó que a partir de una charla con el representante de Identag, Juan José de Urrengoechea, se gestó la idea de realizar la jornada a campo del pasado 5 de noviembre. En ese momento habían hablado sobre su experiencia en Tazmania con cinco años viviendo y trabajando allí en Meat y Livestock Australia como oficial técnico del National Livestock Identification System,

En Australia el sistema de trazabilidad electrónica en bovinos y ovinos es obligatorio hace 20 años. «Parte de mi trabajo era capacitar a campo y con talleres a productores para que conozcan sobre la implementación de esa normativa y cómo hacer uso de esa tecnología que desde el 2005 se puso en marcha. Creo que muy acertadamente el Estado no sólo puso créditos y subsidios para que los productores pudieran adquirir caravanas, lectores y más, sino que proveyeron de capacitadores para mostrar su uso en tambos, feedlots, cabañas, criadores comerciales, recriadores, engordadores y otras producciones«, indicó a este portal.

Irisarri manifestó que han pasado varios años desde su experiencia en Australia, pero ahora el desafío es aplicarlo en el establecimiento de su familia, poniendo en marcha el sistema de identificación para el rodeo con las caravanas electrónicas, haciendo uso del lector y de la balanza. Ante esa realidad se abrió la posibilidad de convocar a productores interesados para mostrar en manga cómo se aplica todo, y se sumaron desde el INTA y el Centro Ganadero de Villa Huidobro.

La entrevistada recordó que en Australia la trazabilidad fue una decisión a partir de situaciones epidemiológicas como fue «Vaca loca» hacia el año 1995. Cuando se vio que era muy complicado saber sobre los animales enfermos dónde habían estado, qué habían comido y otros datos que hubieran servido para evitar las grandes pérdidas europeas, todo ello sumado al riesgo para los humanos. Otro motivo fue el acceso a mercados de consumo como Japón, que pagaba bien pero exigía la identificación.

«Es un sistema que es factible llevarlo a cabo, implementarlo, desde ya con mucho trabajo, inversión y con plazos porque no se puede hacer de la noche a la mañana. Mi participación en la jornada fue para que los participantes pudieran pensar en un sistema de trazabilidad serio y estar preparados«, señaló.

Ante las numerosas dudas de los productores en la jornada realizada, se explicó que todavía no está la reglamentación del SENASA que contestaría a esas preguntas.

Por otra parte, la cantidad de errores que se evitan y el ahorro de tiempo hacen que la inversión esté justificada, consideró.

«Con la excelente calidad de carne que tenemos tendríamos que poder acceder a los mercados más exigentes que pagan realmente muy bien por los cortes pistolas, como el cuarto trasero que hoy es el Hilton. Y no vamos a lograrlo sin un sistema confiable y transparente de trazabilidad«, concluyó.