El principal impacto externo del 2023 fue la sequía, «que provocó una oferta mayor de hacienda al mercado y un menor índice de preñez y destete» una baja en terneros que afecta al presente año.
Con esa información se refirieron a la situación del negocio ganadero desde la consultora Zorraquin + Meneses. Que plantea por el momento un mejor panorama al del año pasado.
Otro de los factores mencionados fue el «dólar agro» que tuvo como consecuencia encarecer «el costo de alimentación y de los arrendamientos deteriorando la rentabilidad del negocio, en un marco donde existían las restricciones a la exportación de carne».
En este contexto el valor de la hacienda recién logró mejorar hacia fines del 2023, y eso señalaron, trajo «un cambio en las expectativas para el futuro de la actividad».
Desde esa base, se espera que el 2024 tenga una menor oferta bovina, para terneros y novillos. Mientras se trata de cuidar las hembras dentro de las vacas aptas como vientres. Además, se buscará sumar kilos en la recría de todas las categorías (observando los precios) y recuperar el stock en el corral.
«Esta idea se basa en que se espera un año con más lluvias y producción de forraje, un mercado de exportación con un volumen de al menos 900.000 toneladas y un consumo interno en el orden de los 45 a 48 kilos por habitante. Habrá tensiones. La “pelea” entre el consumo interno y la exportación será fuerte. Dada la orientación de este gobierno, asignamos pocas probabilidades a que intervenga con un discurso del tipo de “cuidar la mesa de los argentinos” y deje que el mercado encuentre su equilibrio», indicaron.
Es posible que las demás carnes, llamadas usualmente sustitutas, reemplacen parte del consumo de carne vacuna.
El informe de la consultora detalló: Hoy los precios se ubican en los 2200 $/kilo para los terneros y para los novillos entre 1600 y 1800 $/kilo con una relación de precios de 1,25 a 1,35 según la semana. Y una vaquillona preñada se ubica en los 750.000 pesos, (expresar los precios en pesos en esta coyuntura complica los análisis). Según un trabajo publicado por CREA, para el segundo semestre de 2024 los precios, expresados en dólares por kilo vivo, se ubicarían en el orden de los 2,50 para el ternero, de los 2 dólares para el novillo y de 1,50 dólares para la vaca (ver link abajo). Si el dólar no se atrasa respecto a otras variables (inflación de costos), con estos precios puede existir una rentabilidad aceptable.
Fuente: Zorraquin + Meneses