Las Black Dorper llegan a la facultad piquense

Abelardo Ferrán, decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias, se refirió a la propuesta de trabajo que se va a desarrollar desde esa unidad académica de la UNLPam en relación a ovejas Black Dorper. Un ovino que se adapta a condiciones ambientales rústicas y tiene buena respuesta carnicera.

Como director técnico en la propuesta presentada ante Ley Ovina, para la asignación de fondos, y también director del proyecto de investigación para este tipo de actividad ganadera, dentro del espacio de los 500 metros excluidos de aplicaciones agroquímicas en la zona urbana de General Pico, explicó a RD que están experimentando en la facultad con un modelo productivo ovino.

La idea es trabajar con una base agroecológica dentro de un predio de nueve hectáreas, divididas en 15 potreros con diferentes parcelas delimitadas con maya eléctrica. Pasando de un pastoreo rotativo tradicional a uno más intensivo. «Esta sería la parte productiva relacionada con la alimentación, utilización de pastos y bajo condiciones bien definidas. Pero tenemos otro componente que es la generación de genética o animales de alto mérito genético con ovinos de dos razas: Texel y Black Dorper«, dijo a este portal.

Con ovinos Texel hace cuatro años que la facultad está trabajando y para el siguiente año se podría estar vendiendo los primeros carneros mejorados, porque se logró la habilitación como cabaña de reproductores. Por ahora se apunta a ofrecer animales puros controlados, más adelante se podría pensar en puros de pedigree.

La elección de estas razas se da porque son animales de tipo carniceros. Ferrán recordó que la opción de vender lana no es un objetivo que persigan porque si no se consigue una fibra de calidad en realidad la esquila se transforma en un costo más para esta actividad. «Se trata de buscar ovinos que no tienen lana, como es la Black Dorper. Pensando en producir genética y así ofrecer a pequeños y medianos productores carneros con un precio accesible, siendo esta una idea similar a la que llevamos adelante con los cerdos«, consideró.

MEJORA GENÉTICA DEL REBAÑO

El decano agregó: «La idea es que tengan una propuesta diferente que les sirva para bajar sus costos de producción. Al tener un animal que sirve para cruzamientos, logrando vigor híbrido en la majada. Son razas más precoces, con una alimentación moderada. Y apuntamos en primer lugar a ayudar a los productores existentes«.

Dentro de la experimentación, capacitación y la extensión que se lleve a cabo hay una faceta educativa que se implementa con las prácticas de los estudiantes, que pueden desarrollar con los docentes todo lo que implica el manejo de los animales. Junto a cada grupo puede enfocarse en tareas de sanidad, reproducción y servicio, diagnósticos de preñez, y todo lo que implique la actividad ovina en relación a los veterinarios. Por otra parte, la vinculación con los colegios secundarios está presente a través de la Escuela de Ovejeros, y la facultad tiene la expectativa de que pronto pueda participar el colegio agrotécnico de Realicó con el cual se está llevando adelante una incorporación institucional.

Cabe recordar, que la carne ovina no es de consumo masivo en esta región. Se suele comer el cordero a la parrilla pero no es habitual encontrar los cortes ovinos en la carnicería. Y por esa razón, el entrevistado comentó que hay un marco más amplio para comprender estas iniciativas. Es así que junto con otro docente de la cátedra de rumiantes menores participan de una Mesa Ovina con representantes de las provincias de la región pampeana, y desde allí se busca mejorar las condiciones de comercialización de esta carne. Desde ese espacio se proponen políticas y acciones que luego se pueden volcar en organismos a nivel nacional.

«Se busca la sustitución de la carne vacuna, que ya comenzó con el incremento de la producción de pollo y cerdo, entonces se espera que la carne ovina también haga su aporte«, manifestó.

En la facultad el proyecto con Black Dorper está en la etapa de adquirir los primeros animales. Con ese grupo de hembras y la compra de pajuelas para inseminación se comenzará a gestar el rebaño. Para el 2024 quizás ya habrá carneritos para trabajar, de los cuales si hay excedentes se irán vendiendo. La proyección para el sexto año de desarrollo es que se logre una venta anual de 14 machos mejorados.

De esta manera la facultad logrará un proyecto que vincula mejora genética, más conocimiento sobre la raza ovina, prácticas de sus estudiantes y capacitar a los productores interesados.