Producir porcinos desde La Pampa, con razas adaptadas y mejoras genéticas, es una posibilidad que requiere información y capacitación para un desarrollo sostenible de las granjas.
El ingeniero agrónomo Gerardo Succurro, técnico de la Dirección de Ganadería del Ministerio de la Producción, explicó que se viene trabajando en capacitaciones relacionadas con el manejo y la eficiencia de las granjas porcinas, teniendo en cuenta desde los pequeños y medianos productores hasta los que tiene proyectos de mayor envergadura.
«Generalmente realizamos jornadas sobre nutrición, sanidad, infraestructura y este año, en el marco de un proyecto que viene de Nación e involucrados con la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam e INTA, se apunta al desarrollo de genética», explicó a RD, a pocos días de concluir uno de esos cursos en Eduardo Castex.
Succurro destacó que se brinda una aproximación informativa sobre las perspectivas del sector porcino en la provincia y el país, luego se avanza en la charla sobre inseminación artificial en cerdas, y después se hace la parte práctica.
Todo esto se puede realizar en combinación con la Facultad de Veterinarias, que cuenta con un centro donde se hace la extracción de semen, con la posibilidad de usar diferentes líneas de reproductores.
El ingeniero explicó que de esta manera los productores acceden a un material de calidad para inseminar sus cerdas y mejorar su piara. Se logra entonces una renovación genética extra de la que el emprendedor puede obtener por la compra de sus propios reproductores. Una opción es pensar en la renovación de las madres a través de las crías obtenidas por la inseminación, y otra es tener un verraco terminal para la producción de lechones para carne.
«No decimos que hay una sola genética, sino que queremos mejorar lo que el productor ya tiene, con las últimas líneas que hay en el mercado, ya sea desde las maternas hasta las terminales. Creemos que esta incorporación puede ser muy buena (y sin costos) para que año a año mejoren su plantel con la reposición en el criadero«, indicó.
BUSCANDO RAZAS QUE SE ADAPTEN
En cuanto al tipo de animal que se busca obtener, Succurro comentó que los productores pampeanos apuntan, por las condiciones provinciales y sistemas extensivos, a razas porcinas con buena adaptación para las temperaturas extremas que se producen entre invierno y verano. La cantidad de lechones a lograr por camada es otra referencia, para tratar de elegir los padres con mayor productividad. Y, sobre todo, responder a la demanda de los consumidores en góndola que buscan carnes magras, con buen color y calidad.
Esta posibilidad de incorporar genética va acompañada de una búsqueda general de mejoras. El técnico indicó que la forma de llevar adelante la granja, con sus registros reales, observar sus manejos, reducir pérdidas y pensar en los índices, son todos aspectos para tener en cuenta. «Cuando una granja está bien planificada se puede trabajar de forma más eficiente, ordenada, con la infraestructura preparada para que, si tenés un parto esté lista la paridera o sala de maternidad, también hay que tratar de armar el servicio en banda, y todo lo que sirva para organizar la producción y las ventas«, agregó.
Las capacitaciones sirven como punto de encuentro con los productores, así se intercambian experiencias, se aportan sugerencias y se hacen otros aportes que pueden ser útiles en cada caso. Para todas las dudas y consultas existe la predisposición de seguir acompañando, aseguró Succurro, a través de la dirección, desde la facultad e INTA, incluso para contacto personal el técnico dejó a disposición el número de teléfono: 2392- 511474. Gracias a esta comunicación se pueden recibir fotos, llamadas y resolver los temas propuestos desde distintos puntos de la provincia.