José Luis Roberi, médico veterinario, docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam y criador de ovinos, explicó a RD la importancia que hoy en día tiene la inseminación en los rumiantes menores. Esto se puede respaldar tanto por el interés de mejorar las razas e incorporar genética, como por la cantidad de profesionales que deciden capacitarse en las técnicas reproductivas.
Próximamente en la facultad se dictará un curso sobre esta temática, como extensión, y en noviembre hay una propuesta de posgrado con cupos casi cubiertos. Este es un aspecto a considerar al momento de pensar que la majada se debe mejorar y la inversión en genética debe ser cuidada con la ayuda de un veterinario capacitado. Otro punto para la renovación de las líneas, es que es algo necesario para evitar la consanguineidad de los rebaños.
«Después de más de 70 años llega material genético del Reino Unido, que por condiciones sanitarias no se puede hacer de otra manera más que ingresando embriones o semen congelado. Usamos un material muy valioso y es necesario perfeccionarse para saber llevar a cabo la inseminación«, consideró.

El entrevistado manifestó que traer nuevas razas de forma legítima se logra sólo de esta forma, o sea no puede traerse el animal en pie. El interés por desarrollar al ovino no se limita a La Pampa, porque Roberi indicó que en las diplomaturas donde está trabajando como docente hay inscriptos de diferentes provincias e incluso (en las que lo permiten) la participación llega a Sudamérica.

Los cabañeros pueden incorporar material genético, como ocurre ahora con cerca de 20 productores que van a usar la tecnología que llegue desde Inglaterra para Hampshire, y necesitan asegurar su inversión con una buena técnica del profesional a cargo, explicó en referencia a su labor como asesor privado. De la misma forma se logró hace un tiempo con semen importado de Nueva Zelanda. Y al igual que ocurre en bovinos y otra hacienda, el rendimiento de la pajuela es interesante al analizar costo- beneficio.
Si bien en nuestra provincia la oveja no tiene ahora la incidencia de años atrás, el uso de este tipo de hacienda para espacios restantes dentro de los establecimientos dedicados a la agricultura es una realidad. Y eso debe tenerse en cuenta, porque suma otra actividad al campo e incentiva al personal para quedarse. Al mismo tiempo, están vigentes las opciones de promoción de la Ley Ovina en La Pampa.
La incorporación de material del extranjero no desprestigia lo logros locales, pero en la búsqueda de opciones carniceras con ganancias medibles es necesario seleccionar genética, cruzar, expresar el vigor híbrido y renovar luego de que las restricciones sanitarias que impidieron hace años traer reproductores.








