En la jornada “Más y mejor carne” los indicadores de impacto ambiental y la medición de la huella de la producción ganadera fueron abordados como conceptos claves para planificar con eficiencia y sustentabilidad.
La jornada en su cuarta edición desde General Pico, y organizada de forma interinstitucional por INTA, SENASA, Sociedad Rural, Federación Agraria Argentina y los colegios de Ingenieros Agrónomos y Médicos Veterinarios de La Pampa, se desarrolló de forma virtual esta semana y aún es posible verla a través de YouTube.
El ingeniero Federico Frank (INTA Anguil) fue uno de los disertantes y se refirió a la medición de la huella ambiental en la ganadería. Explicó que la producción se debe analizar como un ecosistema intervenido en el que hay ingreso y salida de energía. Pero con el objetivo de lograr algún beneficio, como alimento, que para poder sostenerlo debe considerar múltiples factores y uno de ellos es agregar energía fósil e insumos como fertilizantes, agua y otros.
La superficie de producción va en aumento, para poder proveer al mundo, y Frank manifestó que se debe lograr la coexistencia con los ambientes naturales. «Es necesario preocuparnos sobre los impactos que generamos», indicó, por las consecuencias como degradación del suelo, desforestación, contaminación y otros perjuicios que ponen en riesgo a los ecosistemas.

El ingeniero recordó la necesidad de que las empresas agropecuarias logren una buena gestión ambiental. Al implementar buenas prácticas y evaluando sus procesos. Es en este contexto que adquieren relevancia los indicadores para facilitar el análisis del sistema y mejorar. Hay muchos indicadores a observar, según cada caso, como: Porcentaje de cultivos anuales, uso de energía fósil, producción de energía, balance de N y P, cambio en el stock de carbono del suelo y la biomasa leñosa, riesgo de contaminación por plaguicidas, erosión del suelo, consumo de agua, agrodiversidad y más.
Para poder saber cómo están estos indicadores existen herramientas y métodos. Una posibilidad es la que ofrece el software asociado al modelo Agroindex, que da un diagnóstico rápido, luego de que se agregan datos sobre los potreros, su utilización, los insumos agregados y el resultado obtenido. Con este tipo de software se puede lograr una mirada amplia de la gestión ambiental para poder tomar decisiones.
Frank manifestó que las huellas ambientales o ecológicas se basan en estos mismos conceptos, porque son instrumentos que sirven para cuantificar el costo ambiental de un producto. Esto incluye ver los resultados también en relación a los desechos generados.
El ingeniero recordó que hay fórmulas para saber cuál es la huella de carbono y la huella hídrica, que sirven para analizar desde la producción primaria hasta el consumidor. Además, parte de las exigencias actuales vienen hoy desde el comprador y los mercados que quieren productos con una huella baja sobre el ambiente.