En el marco de la actualización de la normativa para rabia paresiante, profesionales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) asistieron a un encuentro virtual con el Dr. Julio Benavides, Profesor Investigador en Ecología de Enfermedades de la Facultad de Ciencias de la Vida, Universidad Andrés Bello y el Centro de Investigación para la Sustentabilidad ambos de Chile.
Participaron de la capacitación profesionales del Programa de Control de Rabia Paresiante y de la Coordinación General de Epidemiología del Senasa con vista a incorporar conocimientos que permitan actualizar la Resolución N° 25/2005 y ajustarla a los cambios epidemiológicos ocurridos en relación a la distribución de la enfermedad.
El Dr. Benavides, uno de los más reconocidos investigadores de Latinoamérica en la temática, respondió todas las consultas de los profesionales del Senasa y brindó su opinión y conocimiento en relación al impacto, beneficios y consecuencias del control poblacional de vampiros y la vacunación en rumiantes y otros herbívoros.
La actividad fue propiciada por la Dra. Marcela Uhart, miembro del grupo de trabajo sobre la Fauna Silvestre de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) con el objetivo de conocer la información técnico-científica sobre la relación entre el control poblacional del vampiro (Desmodus rotundus) y esta enfermedad en los bovinos, y las medidas que se aplican en distintos países de Latinoamérica.
La rabia paresiante es una enfermedad zoonótica, cuyo ciclo silvestre se produce en los vampiros y afecta principalmente, a los bovinos cuando los vampiros infectados se alimentan de ellos. Se registran casos en Argentina desde hace casi 100 años. Las actividades de control están dirigidas a evitar la enfermedad en los bovinos y su dispersión a través del control poblacional de vampiros y la vacunación del ganado.
En la actualidad existen investigadores que han evaluado la eficacia y efectividad de estas medidas, contemplando también el paradigma de Una Salud que incluye la salud humana, la salud animal y la salud de los ecosistemas, lo que conduce a plantear un nuevo enfoque en las estrategias de los programas de rabia de la región.
Este tipo de intercambios entre los técnicos del Senasa e investigadores de otros sectores u organismos permite elaborar normativas actualizadas y basadas en información científica novedosa para mejores resultados en el control de enfermedades.