Acerca de la reciente reunión organizada por el Colegio Médico Veterinario de La Pampa, en relación al Plan Nacional de Brucelosis, Héctor Otermin consideró qué es un tema que aún preocupa.
Como veterinario pampeano, y siendo el presidente de la FEVA, señaló: “Todo esto viene con una movilización, no solamente de La Pampa, sino que a nivel nacional porque desde SENASA se emitió una propuesta de modificación de la Resolución 67/ 19 que establece un programa de brucelosis por el que todos los establecimientos debían tener una determinación obligatoria de su estatus sanitario para abril, pero como pasa siempre en nuestro país hoy no tenemos más del 10% de los productores con el estatus de libre. En el tiempo que nos queda la pregunta es si tenemos el material, la cantidad de laboratorios y la infraestructura necesaria para en este poco tiempo sangrar el 90% restante. Y por ello todos los profesionales estamos preocupados viendo la revisión de las fechas y eso molesta porque el cronograma establecido y se da el asesoramiento para lograr sanidad pero se sigue cambiando el plazo”.
Otermin dijo que el en encuentro, que fue de tipo virtual, participaron colegas de La Pampa pero también fue abierto para gente de Buenos Aires y Santa Fe que se sumaron.
El entrevistado manifestó que desde la FEVA se busca lograr un punto de vista uniforme para los veterinarios, y dijo qué hay que contemplar que las provincias no están en iguales condiciones. Como es el caso de Santa Fe que desde hace años viene trabajando en sanidad e implementó la figura del corresponsable sanitario que es un profesional que verifica en cada establecimiento y dos veces al año tiene capacitaciones desde la provincia. Esto hace que ellos estén muy informados y trasladen eso a sus clientes. “Por esa razón para Santa Fe una marcha atrás en los planes nacionales significa un retroceso para todo lo que ellos han ganado. Lógicamente para otras provincias que están más rezagadas en lo sanitario es muy bueno que puedan arrancar con los planes”, consideró.
Otermin recordó que los mercados internacionales, y principalmente China, requieren sanidad. Y dentro de esa realidad la brucelosis es una exigencia para vender al consumidor asiático.
No lograr cumplir con el actual plan contra la brucelosis, opinó desde lo personal, tiene que ver con la exigencias que el servicio sanidad debió informar y sostener para que los productores no se quedasen en los plazos. También el veterinario tiene responsabilidad compartida en esto, dijo. “Es la falta de credibilidad de todas las normas que se ponen en vigencia en nuestro país. Eso es fundamental, porque pasa a todos los niveles que haya consideración a los que no cumplen y se ha vuelto algo instalado en la población”, analizó.
Observando el plan actual, consideró que tiene falencias desde lo técnico porque la eficiencia necesita exigencias. Un ejemplo de ello es que la determinación del libre de brucelosis incluye un nueva figura del “rodeo negativo” que se logra sangrando sólo un porcentaje de los animales y si la muestra da negativo se le otorga el estatus. “No estamos de acuerdo con esto y creemos que el estatus se debe verificar todos los años para que sea viable”, afirmó. Además sería necesario que la Comisión Nacional de Brucelosis esté activa y con toda la participación.