El Senasa informó los cuidados que se deben tener, los signos clínicos de la enfermedad, los modos de contagio y las medidas preventivas a adoptar a la hora de trabajar con bovinos, ya que el carbunclo bacteriano, carbunclo o ántrax es una enfermedad infecciosa que afecta preferentemente a los rumiantes y es transmisible tanto a otros animales como al humano.
Esta enfermedad, que se encuentra diseminada en casi todo el mundo y es responsable de importantes pérdidas económicas, se caracteriza en los bovinos por presentar muerte súbita con sangre en los orificios naturales (boca, nariz y ano), en los cuales se encuentra la bacteria que la produce.
Se transmite de animales enfermos o muertos a los humanos pero no se contagia entre personas enfermas o convalecientes. En estos casos, la severidad de la enfermedad varía según el modo de contagio y la celeridad en la atención del enfermo.
Cuando la bacteria entra en contacto con el oxígeno forma una espora que es resistente en condiciones climáticas severas. Luego, las esporas ingresan al organismo de los animales o de las personas donde liberan toxinas que pueden llegar a causar la muerte.
En las personas, según la vía de ingreso de la bacteria al organismo, el carbunclo se manifiesta de distintas formas:
•Carbunclo dérmico o “grano malo”: la bacteria ingresa a través de la piel, donde produce una lesión con aspecto de grano o lastimadura que pica y no cicatriza, y luego forma una cáscara negra y hundida.
•Carbunclo digestivo o intestinal: se adquiere a través del consumo de carne de animales enfermos; ocasiona malestar abdominal, fiebre, septicemia y muerte.
•Carbunclo respiratorio o pulmonar: se contagia por la inhalación de esporas; ocasiona fiebre, malestar general, tos, dolor torácico y una insuficiencia respiratoria que puede ocasionar la muerte.
Es importante la rápida adopción de medidas sanitarias para evitar la ocurrencia de casos humanos.
En los establecimientos con antecedentes de carbunclo, y ante la detección de casos de esta enfermedad, se debe vacunar el ganado y eliminar los animales enfermos y el material contaminado, contemplando todas las medidas de bioseguridad para evitar la dispersión del agente.
Por lo tanto, no se debe retirar el cuero de cadáveres de animales sospechosos ni realizar manipulaciones de animales sin las correspondientes medidas de protección y tampoco quemar cadáveres, ya que con esta práctica provoca la diseminación de esporas y favorece el contagio por vía respiratoria. Los cadáveres deben ser enterrados y tapados en el mismo lugar donde fueron encontrados.
En la provincia de Buenos Aires la vacunación del ganado contra el carbunclo es obligatoria, más allá de lo indicado por el Senasa para la atención de focos.
Si observa alguno de los signos clínicos mencionados en personas que hayan estado en contacto con animales enfermos recurra al centro de atención médico más cercano informando al médico de la situación sanitaria de los animales.
Asimismo, recuerde que el carbunclo se encuentra dentro del grupo de enfermedades de notificación obligatoria por lo que, ante la sospecha o confirmación de algún caso, contáctese con el Senasa para notificar sobre esta enfermedad.